Marcos Llorente prepara su desembarco en el Real Madrid

Aunque su actual club, el Deportivo Alavés, se mide mañana mismo al Real Madrid, el joven Marcos Llorente (21 años) no podrá lucir sus cualidades ante el conjunto que posee sus derechos. La denominada como cláusula del miedo, la que imponen los clubes de origen a muchos de sus jugadores cedidos, provocará que el prometedor centrocampista tenga que ver el partido desde la grada y se quede sin la opción de mostrar que está plenamente capacitado para colarse en el próximo proyecto blanco.

En cualquier caso, si el mediocentro es capaz de mantener su nivel (es el segundo jugador de la Liga que más balones recupera), lo más probable es que su nombre forme parte de la lista de jugadores que encare la temporada 2017-2018 a las ordenes de Zinedine Zidane. «Zidane mira mucho los entrenamientos y quién está intenso en ellos. Y a esos jugadores los premia. Si el día de mañana vuelvo al Madrid y sigue estando él, yo creo que por lo menos me daría confianza y una oportunidad», reconoció.

Durante la entrevista concedida al diario As, el futbolista explicó cómo se fraguó su desembarco en el cuadro blanquiazul y reconoció que, pese que a la lesión de Casemiro tal vez le habría dado la oportunidad de acumular minutos con el primer equipo merengue este curso, ha acertado de pleno aterrizando en Mendizorroza.

«Podría haberlos tenido, sí (Ndr: los partidos por la lesión de Casemiro), pero los otros veinte o treinta los hubiera pasado en el banquillo. Soy muy competitivo y me cuesta mucho estar en el banquillo, aunque sea en el del mejor club del mundo. No podría estar un par de años sin jugar (...) Lo hablé con él (Zidane) en verano y la decisión se tomó. La idea era que jugase al menos 30 partidos y estoy jugando bastante aquí. En verano se verá qué pasa», justificó.

Dispuesto a pelear por la titularidad

Es más, Llorente quiso dejar claro que cuando vuelva a Concha Espina lo hará con la firme intención de pelear por la titularidad. «Cuando vuelva al Madrid quiero hacerlo con la opción de poder ganarme un puesto, de poder ser titular. No ir para estar en el banquillo por si alguien se lesiona o pasa algo. Quiero ir para luchar por un puesto (...) No quiero ser otro Casemiro o ser otro Kroos. Yo espero ser Marcos Llorente. No pretendo hacer las funciones de otros sino mostrar las mías. No ser el sustituto de nadie. Voy a hacer lo que hago siempre, tanto ofensiva como defensivamente, no lo que hagan otros», aseveró.

Y aunque, como es lógico, fue Zizou quien acaparó sus elogios, el joven jugador quiso tener palabras de afecto para Rafa Benítez, el preparador que le dio la oportunidad de disputar dos choques con el Real Madrid el pasado curso. «Sólo puedo darle las gracias. Él me subió a entrenarme todos los días con el primer equipo, me enseñó mucho en lo táctico y me permitió cumplir mi gran sueño, el de debutar con el Madrid y en el Bernabéu», concluyó.

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— AS (@diarioas) 28 de octubre de 2016