Marcos Senna, la otra leyenda española que ha colgado las botas

Le debíamos una disculpa, y este artículo es nuestra manera de hacerlo. Porque al igual que les ha pasado a muchos medios, el último partido de Raúl González como profesional provocó que también nos “olvidáramos” de Marcos Senna. Y es que la figura de Raúl eclipsó al mediocentro que también es una leyenda del fútbol español y de uno de los grandes clubes de nuestra Liga como es el Villarreal.

A sus 39 años, marcando 6 goles en 14 encuentros con el New York Cosmos en su última temporada, el centrocampista nacido en Brasil pero nacionalizado español colgaba las botas. Lo había anunciado en junio, ya en la Gran Manzana, tras una trayectoria impecable dentro de los terrenos de juego, donde siempre fue un caballero.

El ancla de Luis Aragonés

Mediocentro de gran despliegue físico, buen manejo de la pelota, excelente disparo, sentido táctico, visión del juego extraordinaria, y una excelente capacidad asociativa, fue siempre uno de los pilares del submarino amarillo desde su llegada en 2002 hasta su partida una década después. Y el gran baluarte sobre el que Luis Aragonés construyó una de las mejores selecciones de todos los tiempos.

Si tienen la oportunidad de volver a ver uno de los partidos de la Eurocopa de 2008 entenderán lo que les digo. Ese equipo que jugaba como los ángeles tenía en Marcos Senna a la piedra angular sobre la que giraba todo. El cinturón de seguridad del sistema, el hombre que daba soporte a las necesidades del equipo, ayudaba donde hacía falta, sofocaba incendios y comenzaba a elaborar el juego.

Un rol como el que hoy hace Sergio Busquets, quien le quitó el puesto en la Roja desde el Mundial de Sudáfrica, al que Senna no pudo ir por una desgraciada lesión. Una ausencia injusta, de mala suerte, porque se merecía haber sido uno de los 23 campeones del mundo que han pasado a la historia. Una ausencia, como la de Cazorla, que lamentó mucho en su día Vicente Del Bosque.

Símbolo del submarino amarillo

Pero también destacó por su trayectoria en El Madrigal, la cual le llevó a vestir la elástica del combinado nacional español. Su trayectoria representa perfectamente a la de este equipo modesto, de una ciudad pequeña, que con su buen hacer y sus grandes tardes de fútbol cautivaron a España y Europa.

Sin duda la campaña más significativa, en la que además tuvo sus mejores actuaciones fue la 2005-2006, cuando los castellonenses quedaron a un paso de la finalísima de la Liga de Campeones tras un torneo sensacional. Ahí ya convenció al Sabio de Hortaleza de que era un hombre fundamental para los planes que quería desarrollar y que tantos éxitos dieron a nuestro fútbol.