El luso no ha ganado ningún título colectivo en este 2015 pero se llevará la Bota de Oro una vez que ha finalizado la temporada.
Algunos decían que una de las claves de la mala segunda parte de la temporada del Real Madrid ha sido que Cristiano Ronaldo ya no ha sido el jugador resolutivo al que el cuadro blanco estaba acostumbrado en los últimos tiempos, capaz de ganar partidos con un par de detalles de genialidad. Obviamente sería faltar a la realidad echar todas las culpas del fracaso colectivo a un solo jugador y más a él.
Especialmente después de haberse coronado como la Bota de Oro del fútbol europeo, con 48 goles en Liga en esta temporada. No ha podido alcanzar los 50 de Lionel Messi en 2012, pero ha firmado otro registro estratosférico. Gran parte del éxito lo cimento en la primera vuelta, cuando su equipo era una máquina infalible de ganar, y también en este tramo final de la campaña, desde la goleada al Granada en abril.
Será el único título del portugués en este 2015, ya que no ganará ninguno a nivel colectivo y tiene muy complicado hacerse con el Balón de Oro, que ahora mismo pinta que será para el argentino (si bien debe corroborarlo ganando la Champions League). No es un premio menor, pero obviamente tendrá un sabor agridulce después de esta campaña para olvidar.
Tanto el albiceleste como el portugués se han situado muy lejos de sus rivales en la lucha por este trofeo que la pasada temporada compartieron CR7 y Luis Suárez. Ahora el de Madeira lo vuelve a ganar en solitario, demostrando una vez más que es el gran referente de un Real Madrid que quiere volver a reconstruir sobre él un proyecto ganador.
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