El canterano optó por seguir en el cuadro blanco pese a tener pretendientes y claras señales de que no contaba para su entrenador.
Llevamos ya 4 jornadas de Liga, estamos en la quinta este fin de semana y precisamente este domingo juega el Real Madrid ese partido en Sevilla. Un escenario además al que los blancos llegan con la necesidad de convencer tras la derrota de París, con más prisas que nunca en la era Zidane.
Pero en el conjunto merengue siempre hay focos de actualidad que van quizás un poco al margen de los principales. Y por eso queremos ahora centrarnos en Mariano, que no ha disputado ni un solo minuto esta temporada y que el miércoles no viajó a la capital francesa.
Ya cuando dejaba el 7 en manos de Eden Hazard, y tras ver cómo iban los partidos de pretemporada, se antojaba complicado que Zinedine Zidane le encontrara hueco en el equipo. Ha optado el francés por otras soluciones para la delantera como Rodrygo o bien Luka Jovic, fichado precisamente para ese rol de delantero suplente.
El canterano merengue, en cambio, optó este verano por no cambiar de aires a pesar de tener ofertas y muchas interesantes. De momento tendrá que jugar sus bazas hasta enero pero es una estrategia arriesgada, en la que apenas tiene cartas. Y cuando le vengan las deberá jugar muy bien. A eso se aferra, como nos deslizaban desde su entorno hace unos días.
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