El galés no tuvo un verano sencillo y cuando parecía haber recuperado la forma, se enfrenta ahora a otra lesión que le ha impedido jugar con su selección.
Gales se ha quedado fuera del Mundial de Rusia. Una decepción para Gareth Bale, que no ha podido ayudar a su equipo a cumplir con este objetivo al estar lesionado. Un nuevo percance que le llega además cuando estaba volviendo a ser importante en el Real Madrid, ya que marcó un golazo en Dortmund hace pocos días.
Esta nueva dolencia se suma a otras muchas que ha sufrido el jugador en estos cuatro años, y que han lastrado su rendimiento con el cuadro blanco. Tanto que durante el pasado verano, tras una temporada pasada en la que apenas jugó 28 partidos (9 goles), se especuló seriamente con su salida.
En este caso, El Confidencial explica que el jugador comienza a agotar ya la paciencia de Zinedine Zidane y Florentino Pérez, sus grandes valedores. Para el francés ha dejado de ser imprescindible, debido también a la irrupción de Isco, y para el presidente comienza a cobrar fuerza la idea de una posible salida.
El máximo dirigente merengue ya no descarta traspasarlo a la Premier League, siempre que sea por un precio cercano a lo que le costó en 2013. En cualquier caso, nada sucedería hasta el verano que viene y por el camino pueden pasar muchas cosas.
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