El futbolista de 24 años ha brillado en el conjunto merengue cuando ha estado en plenitud física.
El galésGareth Bale se convirtió en uno de los grandes protagonistas del pasado verano. El interés del Real Madrid en el por aquel entonces futbolista del Tottenham se convirtió en un complejo culebrón que finalmente terminó el último día del mercado de fichajes con su presentación como jugador merengue ante unos aficionados tremendamente ilusionados. Sin embargo, la cantidad desembolsada por el ciclón galés, unida a los problemas físicos y la falta de aclimatación en sus primeros meses como jugador madridista provocaron cierta inquietud y algunas críticas.
Ahora, con la perspectiva que solo da el tiempo, la temporada de Gareth Bale debe ser definida como muy positiva. Muchos son los que directamente apuntarán a su espectacular tanto frente al FC Barcelona en la prórroga de la final de la Copa del Rey (2-1) ante el que nada pudo hacer Marc Bartra, pero hay mucho más.
Así, el de Cardiff ha sumado un total de 21 goles en esta temporada (15 en Liga, 5 en Champions League y el ya citado en Copa del Rey), situándose tras Cristiano Ronaldo (50) y Karim Benzema (24). Para alcanzar esta cifra ha necesitado un total de 43 partidos, de los que ha sido titular en 15. A estos registros goleadores hay que sumar su papel como asistente, sumando un total de 17 pases definitivos (12 en Liga, 4 en Champions League y una en Copa del Rey).
El siguiente reto de Bale será ahora el convertirse en clave en la final de la Liga de Campeones que los blancos disputarán frente al Atlético de Madrid el próximo sábado en Lisboa. El ex del Tottenham será, sin duda alguna, uno de los grandes nombres a seguir.
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