El extremo gallego se ha afincado como pieza importante en los planes del preparador francés. Sin partir como uno de los indiscutibles es ya una pieza muy valiosa para el entrenador merengue.
El Real Madrid está en semifinales de la Champions League después de que el pasado miércoles Cristiano Ronaldo marcara en el descuento con un gol de penalti. Una pena máxima cometida por Mehdi Benatia sobre Lucas Vázquez, y que ha dado para mucho debate en los últimos días, en los que no se ha hablado de otra cosa.
El gallego había sido uno de los cambios con los que Zinedine Zidane buscaba mejorar a su equipo después de una nefasta primera parte en el Santiago Bernabéu. Y no es la primera vez que el entrenador galo recurre a él, como ya hiciera ante el PSG en la ronda anterior, tanto en la ida como en la vuelta al ubicarlo de titular.
Ya en aquel duelo del Parque de los Príncipes mostró su mejor cara, al ser un jugador sumamente comprometido en defensa y prolífico en ataque. Fue determinante en todas las facetas del juego, como el pasado miércoles ante la Juventus de Turín, llegando además a forzar el penalti decisivo, con esa fe en que Cristiano Ronaldo ganaría el salto a Alex Sandro.
Asentado también en la Selección Española de Julen Lopetegui, el extremo será una pieza valiosa de cara al Mundial, como lo es en este Real Madrid de Zinedine Zidane. Poco a poco el entrenador galo le ha ido dando más confianza y el gallego no ha defraudado en absoluto, haciendo méritos más que suficientes para tener un mayor protagonismo.
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