Cedido el pasado verano por el Chelsea, el belga ha ido perdiendo protagonismo en los planes de Marcelino y no estará hoy en Getafe. Se avecina ruptura.
«Michy, al igual que el resto, siempre tiene que tener la perspectiva de rendir mejor, siempre hay que tener esa perspectiva, ilusión y convencimiento. Si ahora juega Mina es porque su rendimiento es mejor que el resto se llamen como se llamen, nosotros intentaremos ser justos y ahora la influencia de Mina en el equipo es mayor que cualquier otro jugador».
Así hablaba ayer Marcelino García Toral, entrenador del Valencia, en rueda de prensa sobre Michy Batshuayi. Poco después llegaba la convocatoria para el partido de esta tarde ante el Getafe, en el que el delantero no estará, lo que hacía saltar las alarmas.
Ya había días atrás señales de que las cosas no iban bien con el belga, cedido por el Chelsea este verano para reforzar la delantera del cuadro che. Y es que además de su pobre rendimiento ofensivo (15 partidos, 2 goles) no gustaba demasiado su actitud y compromiso en el campo y fuera.
Mundo Deportivo ySúper Deporte analizan hoy la situación, concluyendo que existe un evidente riesgo de ruptura entre club, cuerpo técnico y vestuario con el futbolista. Una situación que si no se soluciona pronto amenaza con ser irreversible.
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