Valencia: La última oportunidad para un fichaje estrella

El pasado verano, Joaquín decidió reforzar su apuesta por el Valencia. El extremo había firmado una temporada aceptable (34 partidos, 3 goles) y su aún reconocido talento se mantenía como una fuente de atractivo para escuadras tan poderosas como Real Madrid, Juventus o Tottenham. Sin embargo, el futbolista desoyó todas esas ofertas y decidió quedarse en Mestalla (ver artículo).

La nueva temporada, lejos de recuperar la mejor versión del jugador, ofreció un nuevo capítulo de su progresivo declive impulsado, además, por la nefasta campaña deportiva y económica que sufrió su club. Su fama caía en picado y las propuestas que antes eran llamativas ya sólo provenían de escuadras modestas con ansias de grandeza, caso del Génova (ver artículo).

Alejado de los rumores durante el recién finiquitado mercado estival, el del Puerto de Santa María se enfrenta a la temporada más dura de su carrera. El desparpajo de Pablo Hernández le ha condenado al banquillo y cada una de sus comparecencias sobre el césped será examinada con lupa. Al segundo regate fallido, pitos. «Todo el mundo espera lo mejor de mí... Por lo que costé, por la expectación que se creó conmigo y porque saben que soy capaz de hacerles disfrutar. Siempre se espera y se exige más de quien puede dar. Es verdad que a algunos se nos mira con lupa dentro y fuera del campo. Lo asumo y espero que me sirva para trabajar mejor y no defraudar a nadie», explicó el jugador en rueda de prensa.

Aunque asegura no sentirse suplente, Joaquín añora los tiempos dorados del Real Betis (219 partidos, 32 goles) y asume que el retorno a la Selección Española es casi una misión imposible. «La verdad es que no veo el sueño de jugar en Sudáfrica. Por el tiempo que ha pasado y por todo lo sucedido, las perspectivas de volver a la selección están desgraciadamente muy lejos. No quiero perder la esperanza, pero tengo que ser realista», concluyó.