El Mónaco, víctima de su discreto mercado estival

Cuatro puntos de quince posibles son un mal comienzo de temporada para el Mónaco. El equipo de Leonardo Jardim, que llegó este verano al banquillo supliendo a Claudio Ranieri, no ha podido tener peor estreno. Tres derrotas, un empate y una victoria es el bagaje del club del Principado antes de comenzar su andadura en la Liga de Campeones.

Se avecina una campaña muy complicada para este equipo, aunque ya se intuía viendo las ilustres bajas de su plantilla este verano: James Rodríguez, Radamel Falcao, Eric Abidal, Sergio Romero… Esto unido a que apenas ha habido incorporaciones de renombre (Aymen Abdennour, Bakayoko) auguran una campaña difícil.

Obviamente esto no ha hecho más que comenzar, pero si tenemos en cuenta que este combinado deberá afrontar ahora la mejor competición de clubes del mundo, con la exigencia que conlleva, podríamos ver a un Mónaco completamente diferente al del curso pasado.

La apuesta del cuadro monegasco ha sido la de concentrar toda la inversión en su primer año de proyecto y después apostar por una evolución a largo plazo. Ahora, el gasto se concentra en una inversión tanto en la creación y mejora de su centro de formación como en la llegada de jóvenes apuestas por las que luego sacar un rendimiento económico en el futuro (ver artículo). Pero estos resultados comienzan a poner en duda su proyecto…