Olympique de Marsella, la "última locura" de Marcelo Bielsa

Por Juan C. Navarro
2 min.
El Olympique de Marsella comanda la Ligue 1 @Maxppp

Cuestionado en el arranque de su aventura, el técnico rosarino Marcelo Bielsa ha sabido reconducir la nave del Olympique de Marsella hasta situarla en lo más alto de la Ligue 1. Buscamos las claves de su éxito.

El pasado 17 de agosto, tras la dura derrota en casa ante el Montpellier (0-2), las críticas contra Marcelo Bielsa arreciaban. El Olympique de Marsella venía de empatar con el Bastia en la primera jornada de Ligue 1 y en su estreno en el Velodrome, lejos de reaccionar, los locales se mostraron como un equipo incapaz de descifrar el jeroglífico de su nuevo técnico.

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Apenas un mes y medio después, como ya le ha ocurrido tantas veces en su carrera profesional, el Loco ha logrado trocar las puyas en elogios. Ahora, su equipo comanda la tabla clasificatoria con cierta solvencia (aventaja en dos puntos al segundo clasificado, el Girondins de Burdeos, y en cinco al París Saint-Germain) y despliega un fútbol envidiable dominado por la presión extenuante y la velocidad en la combinación.

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El momentáneo éxito marsellés también tiene mucho que ver con la capacidad de Bielsa para adaptar el sistema a sus jugadores. El rosarino partió con un 3-3-3-1, pero tras los dos primeros choques, decidió mutar al 4-2-3-1, el esquema que tan buenos resultados le había dado durante su estancia en el Athletic de Bilbao. Los frutos no se han hecho esperar, y desde entonces su equipo acumula seis victorias consecutivas.

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En el haber de Bielsa también figura su indudable maestría para sacar lo mejor de cada futbolista. Bajo su batuta, jugadores que ya figuraban en la plantilla el curso pasado, como Dimitri Payet, André-Pierre Gignac, Gianni Imbula o Nicolás N'Koulou, han experimentado una evidente mejora y han logrado situarse a un nivel altísimo. El primero asiste y marca; el segundo ya es el máximo goleador de la Ligue 1; el tercero ha asumido galones a sus 22 años, y el cuarto ha recuperado la serenidad que le llevó a ser tanteado por casi todos los grandes de Europa.

Aunque en Francia siguen creyendo que el París Saint-Germain terminará imponiendo su ley, el OM espera estirar su buen momento hasta, al menos, el inicio de la Copa África. El torneo continental supondrá la marcha del citado N'Koulou y de, previsiblemente, Dja Djedje, Alaixys Romao, André Ayew y Abdel Barrada. Además, también parece claro que por las escasas rotaciones que propone el técnico, el conjunto termine acusando el desgaste físico que acumula en cada partido. Hasta entonces, bendita locura.

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