Oficialmente designado como nuevo técnico del París Saint-Germain, el técnico vasco Unai Emery trata ahora de conformar una plantilla a su imagen y semejanza. Los primeros nombres saltan a escena.
En la tarde de ayer, el París Saint-Germain anunciaba el desembarco de Unai Emery, técnico que toma el testigo de Laurente Blanc y que tendrá por delante la complicada labor de situar al cuadro galo como una verdadera potencia futbolística a nivel continental.
Para lograrlo, además de sus conocimientos y experiencia, el preparador vasco requerirá de una plantilla que sepa interpretar a la perfección sus esquemas tácticos, tarea para la que contará con la inestimable ayuda de una directiva que en durante las últimas ediciones del mercado se ha mostrado más que dispuesta a tirar de talonario.
De momento, lo que revela un rápido repaso por la prensa gala es que los primeros objetivos del nuevo técnico son el lateral belga Thomas Meunier, futbolista del Brujas que vendría a ocupar el espacio dejado por Gregory van der Wiel, y el centrocampista polaco Grzegorz Krychowiak, un jugador con el que Emery mantiene una relación muy especial y que en Sevilla se convirtió en algo así como la extensión del entrenador dentro del terreno de juego. Además, para el ataque, el guipuzcoano vería con buenos ojos la incorporación de los galos Hatem Ben Arfa (libre tras expirar su compromiso con el Niza) y Alexandre Lacazette (Olympique de Lyon) o del goleador holandés Vincent Janssen (AZ).
Igualmente, y según añade L'Equipe, el técnico habría confirmado que tras su más que interesante periplo como cedido en el Villarreal, el arquero Alphonse Aréola tendría cabida en el primer equipo, circunstancia que situaría tanto al italiano Salvatore Sirigu como al galo Nicolas Douchez en la puerta de salida.
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