Jeffren Suárez, de símbolo de La Masía a peón en Bélgica

Seguro que muchos recuerdan la imagen. Es sin duda el momento culmen, al menos hasta ahora, en la carrera de Jeffren Suárez. Su gol al Real Madrid en noviembre de 2010, el 5-0 del FC Barcelona sobre el conjunto merengue de José Mourinho, el primero de muchos clásicos que vendrían entre ambos entrenadores al frente de estos clubes.

El venezolano fue el autor de esa “manita”, aunque la imagen que quedara para la posteridad sea la de Gerard Piqué levantando la palma de su mano. Pues bien, ese canterano tuvo que abandonar el club en 2011 para poner rumbo al Sporting de Portugal, posteriormente al Real Valladolid y más tarde a Bélgica.

Fue aquel su último tanto con la elástica azulgrana, tras haberse formado en La Masía, y se convirtió en símbolo de los éxitos que por aquel entonces encumbraron a la cantera del club catalán. Pero como suele suceder, no todos los canteranos acaban triunfando en el primer equipo y tuvo por tanto que hacer las maletas.

Bélgica relanza al extremo

Ahora defiende los colores delKAS Eupen, con el que el pasado curso logró ascender a la primera categoría del fútbol de este país. Y por tanto regresar a la selección de Venezuela, con la que ha sido internacional absoluto en 4 ocasiones. Este curso ha participado en 10 encuentros, y aunque no es titular indiscutible (4 veces desde el inicio), sí parece haber recuperado su mejor versión.

A sus 28 años, en un momento ya que suele ser de madurez deportiva para la mayoría de futbolistas, este jugador parece haber encontrado su sitio en un campeonato modesto, pero que al menos le garantiza continuidad y la posibilidad de acudir a las convocatorias de la Vinotinto.

Tiene además un entrenador español como es Jordi Condom y comparte equipo con un ex del Espanyol como Luis García, que fuera también delantero del Real Zaragoza. Tras comenzar su carrera en la élite acumulando éxitos (normalmente desde el banquillo), ahora vive otra cara del fútbol, muy distinta pero en la que tiene más protagonismo.