¡Cristiano Ronaldo mantiene al Real Madrid en la cima del mundo!

Este año la FIFA decidió convalidar las Copas Intercontinentales y los Mundiales de Clubes, algo que todos los aficionados tenían ya claro. Pues bien, el Real Madrid acaba de conquistar su sexto entorchado después de los de 1966, 1998, 2002, 2014 y 2016, al imponerse este sábado en la final en Abu Dhabi al gremio de Porto Alegre.

Después del surrealista encuentro de semifinales ante el Al Jazira, el Real Madrid se presentaba en esta final del Mundial de Clubes con algunas precauciones lógicas porque el rival era de mayor entidad. Aunque desde el principio se vio que el cuadro blanco era claramente superior al Gremio de Porto Alegre, al que apenas dejó salir de su campo en la primera parte. Una presión alta liderada por Isco y Luka Modric, que asimismo fueron los grandes líderes ofensivos del equipo con un despliegue espectacular de gestos técnicos, derroche físico y grandes actuaciones en ataque. Pero el gol no llegaba para los merengues, que se encontraron ante un equipo disciplinado, con una defensa a un gran nivel liderada por Pedro Geromel.

Enfrente, Gremio apenas lograba inquietar la meta de Keylor Navas, con algunos fogonazos, especialmente una falta lejana de Edilson que se marchó alta por poco. Sin embargo, había pocas noticias de Luan o Lucas Barrios, algo bueno para el conjunto merengue que con su dominio de pelota en campo rival lograba empequeñecer a los brasileños. Y fruto del acoso se sucedieron las ocasiones para los blancos, que mantenían a sus dos laterales (Carvajal y Marcelo) constantemente en el área rival, y que vieron cómo se quedaban cerca de cantar gol en más de una jugada. Cristiano Ronaldo, Carvajal, Isco o Raphaël Varane gozaron de ocasiones claras de las que levantan a los espectadores de sus asientos. Pero el gol, como ha sucedido tantas veces en esta temporada para los madridistas, no llegaba y pese al claro dominio del campeón de Europa el de la Copa Libertadores se iba al descanso con un resultado positivo.

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— Real Madrid C.F. (@realmadrid) 16 de diciembre de 2017

Cristiano Ronaldo abre el camino

Le costaba al club merengue abrir la lata, aunque estaba siendo claramente superior al Gremio, y esto en una final puede terminar siendo decisivo. Pero quien acaba siendo decisivo en este tipo de citas es sin duda Cristiano Ronaldo, quien tras sus dos goles en Cardiff o en tantos momentos de la Champions League pasada, hoy volvía a aparecer en un momento clave. Corría el minuto 53 y, después de que los brasileños pidieran un penalti dudoso de Sergio Ramos, el portugués aprovechaba una falta en la frontal (en la primera parte ya tuvo una que se fue por poco) para adelantar al vigente campeón de Europa. Un tiro en el que contó con la ayuda de la barrera rival, que se abrió cuando no tocaba para dejar vendido a su portero. Con este tanto el portugués se colocaba con 7 en el Mundial de Clubes, e igualaba los de Pelé en la Copa Intercontinental con el Santos

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Pero el fútbol es un juego de errores, y el actual Balón de Oro sabe aprovechar los de sus rivales como nadie. Podrá haber tenido un mal arranque en Liga, pero a la hora de la verdad sigue siendo determinante. Lo demostraba pocos minutos después, cuando marcaba de nuevo en la final pero su gol era anulado por fuera de juego de Karim Benzema. Y es que el conjunto merengue, pese a estar por delante, seguía tomándose muy en serio este encuentro y continuaba dominando en busca del segundo gol. De hecho, Luka Modric estuvo muy cerca de ver portería poco después al enviar un balón al palo. Hubiera puesto la guinda así el croata a un magnífico encuentro que estaba jugado.

Y lo cierto es que el Real Madrid mereció marcar el segundo gol antes del final del encuentro, ante un Gremio cada vez más roto que dejaba ya numerosos espacios atrás. Algo que vio perfectamente Zinedine Zidane al dar entrada a Lucas Vázquez y Gareth Bale, que propiciaron muchas ocasiones de los blancos en el tramo final del partido, en el que bien pudieron haber sentenciado el encuentro porque los disparos madridistas se iban fuera por poco, o bien eran detenidos por el meta Marcelo Groher.

Al final no se movería el marcador en el choque, por lo que el sexto Mundial de Clubes se va finalmente a la vitrinas del Santiago Bernabéu. Un nuevo título que es el quinto de 2017, un año de ensueño para los de Zinedine Zidane, que de este modo se mantendrán un año más con el escudo de campeones del mundo en su camiseta. Cogen además los blancos mucha moral de cara al Clásico de la semana que viene, y sobre todo siguen aumentando el palmarés de un proyecto que, desde la llegada de su técnico al banquillo, suma ya 8 títulos y por ahora no parece haber encontrado escuadra que pueda discutir su hegemonía.