Al margen de gestionar la incorporación de nuevos refurezos, la directiva del Arsenal trata de deshacerse de aquellos futbolistas que ya no entran en los planes de Arsene Wenger.
Cuando el mercado abre sus puertas, los clubes no sólo trabajan en la búsqueda de nuevos refuerzos, también dedican una importante parte de su tiempo a aligerar unas plantillas que suelen acumular demasiados efectivos.
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El Arsenal, por ejemplo, ya ha comunicado a un total de siete futbolistas que no continuarán vinculados a la entidad a partir del 30 de junio, fecha en la que finaliza su contrato. En la lista destaca el portero español Manuel Almunia, pero junto a él aparecen Gavin Hoyte, George Brislen-Hall, Sean McDermott, Rhys Murphy, James Campbell y Monakana Jeffrey.
Deshacerse de estos jugadores ha sido una tarea relativamente sencilla, pero los dirigentes deberán esforzarse mucho más para encontrar acomodo a Nicklas Bendtner, Denilson, Lukasz Fabianski, Carlos Vela, Andrey Arshavin o Sebastien Squillaci, piezas que, según el Daily Mirror, ya no encajan en los planteamientos de Arsene Wenger.
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La operación salida podría incluso contemplar la venta de Johan Djourou, central que ha acumulado 18 partidos de Premier League este curso. Su marcha parece claramente condicionada a la previa llegada de Jan Vertonghen, uno de los principales anhelos del preparador galo.
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