Tras cerrar los fichajes de Lukas Podolski y Olivier Giroud, el Arsenal centra sus esfuerzos en la búsqueda de acomodo para ocho futbolistas que no entran en los planes de Arsene Wenger.
Agilizar la operación salida es la nueva prioridad del Arsenal. Tras reforzar su delantera con el alemán Lukas Podolski y el galo Olivier Giroud, los gunners necesitan deshacerse de hasta ocho jugadores que no entran en los planes de Arsene Wenger.
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La lista de descartes está conformada por, según recoge el Daily Mail, los zagueros Sebastien Squillaci y Johan Djourou; el centrocampista Denilson, y los atacantes Park Chu-young, Carlos Vela, Andrey Arshavin, Nicklas Bendtner y Marouane Chamakh. Casi nada.
La venta de estos futbolistas se antoja necesaria para descongestionar una plantilla claramente sobredimensionada y para obtener un importante beneficio económico que permita acometer con garantías las negociaciones con el resto de objetivos de la entidad londinense.
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Por cierto, el Daily Express señala que la llegada de Giroud podría también provocar que la directiva comience a estudiar las ofertas por el holandés Robin van Persie, aunque parece claro que este movimiento no contará con el beneplácito de Wenger. Al tiempo.
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