Además de gestionar la llegada de nuevos refuerzos, el cuadro británico también dedica parte de su tiempo a la posible venta de alguno de los integrantes de su plantilla.
Roy Hodgson se aferra al único recurso que le queda: los fichajes. El preparador no consigue dotar de regularidad al Liverpool y carga las tintas contra una plantilla que considera corta y alejada de sus pretensiones.
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Aunque el de Anfield Road es un club de naturaleza compradora, su economía no está para muchos dispendios. Por eso, el preparador de los reds pretende sacrificar a tres de sus futbolistas para así poder financiar la llegada de varios de los numerosos refuerzos que figuran en su agenda.
El primero en abandonar la disciplina del cuadro británico sería Alberto Aquilani. El italiano fue cedido el pasado verano a la Juventus y su inesperada recuperación podría facilitar su venta definitiva al cuadro bianconero por una cantidad cercana a los 12 millones de libras (14 M€).
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Para completar este ingreso extra, cifrado por la web Caught offside en unos 34 millones de libras (44 M€), la escuadra de Anfield Road también abriría la puerta de salida al lateral diestro Glen Johnson (23 M€) y al delantero Milan Jovanovic (3 M€).
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