Aún restan muchos meses para que concluya la actual temporada, pero el Manchester City ya tiene absolutamente claro que será el inglés Ross Barkley uno de sus grandes objetivos para el curso que viene.
Las directivas de los grandes clubes del continente nunca pierden de vista el futuro. Aunque velan por la buena salud de su actual proyecto, también dedican parte de su tiempo a la planificación de temporadas venideras y tratan de adelantar determinadas negociaciones que, por su complejidad y coste económico, requieren un mayor margen de tiempo.
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El Manchester City es un buen ejemplo. Los skyblues mantienen una de las plantillas más competitivas del continente, pero sus dirigentes siguen rastreando el mercado en busca de jugadores que puedan mejorar aún más, si cabe, el potencial de su equipo. Y en este sentido, el nombre de Ross Barkley resulta inevitable.
El centrocampista, de apenas 20 años, es una de las grandes promesas del fútbol inglés y tanto los mandatarios del City como el propio técnico Manuel Pellegrini le ven como un excelente recambio para el ya veterano Yayá Touré. Además, como indica The Guardian, su fichaje ayudaría a cumplir el requisito de contar con un mínimo de jugadores ingleses en la plantilla.
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Forjado en la cantera del Everton, Barkley tuvo que superar un par de cesiones en Sheffield Wednesday y Leeds United antes de poder consolidarse en la primera plantilla. Lo hizo de la mano de Roberto Martínez, técnico español que el pasado curso le entregó las riendas de la medular y que provocó su desembarco en la Selección de Inglaterra absoluta (acumula 9 partidos).
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