Protagonista de un buen inicio de curso ensombrecido únicamente por la derrota ante el Burnley, el entrenador germano ve margen de mejora y apunta a un factor importante en el que se está trabajando.
El Liverpool ha comenzado la temporada con el claro objetivo de luchar por la zona alta de la clasificación y encontrarse en disposición de disputar la próxima edición de Liga de Campeones. Después de una temporada pasada en que no se cumplió lo esperado, Jürgen Klopp ha perfilado una plantilla a su gusto y ya ha sumado algunos buenos resultados (victorias en los estadios de Arsenal y Chelsea o en el propio estadio ante el campeón Leicester) y únicamente la sorprendente derrota ante el Burnley (2-0) le impide ocupar posiciones más elevadas en la tabla.
El entrenador germano se muestra contento con el rendimiento que están ofreciendo sus distintas piezas, si bien reconoció que hay algunos factores a mejorar en las próximas semanas si se desea dar el paso al frente que todos esperan. Una de las claves es el estado físico de algunas de sus piezas, que todavía no es el esperado.
En declaraciones a la propia web de la escuadra de Anfield, Klopp destacó que «En algunos jugadores se ha notado falta de ritmo». Uno de ellos fue Emre Can, centrocampista de 23 años que apenas ha dispuesto de minutos en tres partidos durante esta campaña y sobre el que no mostró duda alguna «El estadio físico no es un problema. Emre es un jugador que tiene una mentalidad fuerte y puede luchar. Aunque se ha visto que le falta ritmo».
Ahondando más en la situación física, el que fuera entrenador del Borussia Dortmund dejó bien a las claras que «No se puede ir a una tienda y comprar ritmo. Es necesario trabajar en ello y esto es precisamente lo que estamos haciendo», añadiendo de cualquier modo que «Lo importante es que cuanto más jugadores tenga y sea más complicado elaborar un once, esto es mejor para el Liverpool».
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