La condición del Manchester United para liberar a Víctor Valdés

El futuro de Víctor Valdés sigue teñido de un color muy negro. Aunque ha comprendido que la relación entre el arquero y el técnico del primer equipo, el holandés Louis van Gaal, es ya insoportable, la directiva del Manchester United sólo está dispuesta a rescindir el contrato del catalán si el club que se interesa por él no disputa la Premier League.

El conjunto de Old Trafford se niega a reforzar a otros equipos con los que puede toparse en la pelea por el título y por eso ha decidido hacer oídos sordos a las dos propuestas que, en teoría, manejaba el ex del FC Barcelona: las firmadas por Chelsea y Liverpool. Los blues querían convertirle en el recambio del lesionado Thibaut Courtois y los reds estimular la competitividad del irregular Simon Mignolet.

Con la vía inglesa cerrada, las opciones de encontrar un nuevo destino se reducen considerablemente. En verano, el meta ya rechazó la posibilidad de desembarcar en el Besiktas, y a día de hoy no existen equipos de cierto nivel que además de necesitar un nuevo portero estén dispuestos a abonar el considerable salario que aún exigirá el meta.

Y mientras espera la llamada algún club que se atreva a rescatarle, Valdés sigue viviendo su particular calvario. Van Gaal ha impedido su entrada en los campos de entrenamiento de Carrington mientras el primer equipo se encuentre allí y le ha obligado a ejercitarse a las órdenes de los técnicos del equipo juvenil, tal vez demasiado castigo para un futbolista cuyo delito fue negarse a disputar un partido con el filial.