Entre las primeras tareas que ya se ha impuesto el recién renovado Arsene Wenger despunta la de aligerar una plantilla cargada de jugadores que no han terminado de ofrecer el rendimiento esperado por el técnico alsaciano.
«Tenemos un equipo muy pesado en este momento, así que tal vez tengamos que dar salida a algunos jugadores». Nada más estampar su firma en el contrato que ha ampliado, por dos cursos más, su vinculación con el Arsenal, el técnico galo Arsene Wenger dio algunas pistas de sus planes de cara al mercado estival y dejó claro que, para poder acometer nuevos fichajes, el club deberá dar salida a varios futbolistas que no terminan de entrar en sus planes.
Aunque el preparador no quiso dar nombres, el diario The Sun se atreve hoy a poner sobre la mesa el de al menos nueve jugadores cuya continuidad en el Emirates Stadium no está ni mucho menos garantizada. Entre ellos despunta, sin duda, Jack Wilshere, futbolista que no hace mucho parecía destinado a convertirse en nuevo líder del cuadro londinense.
El centrocampista, de 25 años, acaba de regresar al equipo tras su periplo como cedido en el Bournemouth, una escuadra en la que estaba firmando una más que interesante temporada hasta que sufrió una inoportuna fractura en el peroné de la pierna izquierda que cercenó su progresión y complicó, su ya de por sí, difícil continuidad en el Arsenal.
Completarían la lista de candidatos a abandonar la escuadra los arqueros David Ospina y Wojciech Szczesny; los zagueros Carl Jenkinson, Kieran Gibbs y Mathieu Debuchy; el centrocampista Francis Coquelin, y los atacantes Lucas Pérez y Yaya Sanogo. Con su marcha, Wenger aligeraría la masa salarial del equipo y obtendría dinero para financiar nuevos fichajes.
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