Liverpool: Sueños de título...24 años después

Cuando el Liverpool alzó por última vez el trofeo que acredita al campeón de la liga inglesa el torneo aún no se llamaba Premier League. Dicha nomenclatura entró en vigor en 1992, dos años después de que los reds se llevaran un campeonato atípico en el que Aston Villa y Tottenham completaron el podio.

Que hayan pasado casi 25 años desde entonces justifican que la victoria de ayer dejara casi al borde de las lágrimas al último gran héroe de Anfield Road, el centrocampista Steven Gerrard. Y es que, el día en que además se conmemoraba el 25 aniversario de la dramática tragedia de Hillsborough (fallecieron 96 personan en una avalancha durante el partido de Copa entre Liverpool y Nottingham Forest), los pupilos de Brendan Rodgers superaron a uno de sus grandes rivales, el Manchester City, y dieron un paso de gigante hacia el anhelado título. «Han sido los noventa minutos más largos de mi vida», confesó Gerrard al término del choque.

Aunque seguro que ha vivido momentos más intensos, las palabras del Capitán son la mejor crónica de un partido que se hizo eterno para el Liverpool. A los 26 minutos ya ganaba 2-0, pero cuando el partido parecía encarrilado, la magia de David Silva aderezada con un toque de fortuna permitieron a los citizens igualar el choque en un margen de apenas 5 minutos (entre el 57 y el 62).

Con las tablas en el marcador y el sueño del título esfumándose, los seguidores llegaron a temerse lo peor. El canario Silva rondó el tanto que podía haber culminado la remontada de los skyblues, pero la magia de Anfield volvió a surtir efecto y favoreció un error de Vincent Kompany que permitió al brasileño Coutinho marcar el 3-2 definitivo. Ni siquiera la expulsión de Jordan Henderson pudo evitarlo.

Con el pitido final, el Liverpool cerró un partido casi místico. Los cientos de miles de seguidores del cuadro inglés repartidos por todos los rincones de la tierra y los 96 que se dejaron la vida por su equipo en 1989 siguen soñando. Y Gerrard, tras 17 años de ininterrumpida defensa de unos colores, comienza a creer que será posible levantar un título de Premier antes de colgar las botas.