Tottenham: ¿Cómo digerir un fracaso de 100 M€?

En el verano de 2013, el Tottenham recibió una impresionante inyección económica del Real Madrid. Los blancos se hicieron con los servicios de Gareth Bale y abonaron la friolera de 90 M€ por el jugador que había liderado a los spurs durante la campaña recién terminada (33 partidos de Premier League, 21 goles).

Con el dinero percibido, la entidad londinense se lanzó al mercado en busca de jugadores que pudiesen mejorar la competitividad de su plantilla y en un breve espacio de tiempo llegó a invertir casi 120 M€ en la contratación de hasta 7 futbolistas: Roberto Soldado (30 M€), Erik Lamela (30 M€), Paulinho (20 M€), Christian Eriksen (12 M€), Etienne Capoue (11 M€), Vlad Chiriches (8,5 M€) y Nacer Chadli (6,5 M€).

Apenas dos cursos después, hasta cinco de esos jugadores podrían abandonar White Hart Lane por su bajo rendimiento y su incapacidad para ganarse la confianza de Mauricio Pochettino. Evidentemente, todos ellos se marcharán dejando menos dinero del que costaron y con un rumbo que, en la mayoría de los casos, les conducirá a clubes de menor envergadura.

Hace apenas unas horas se ha cerrado la marcha de Paulinho al Guangzhou Evergrande de forma oficial. Ahora, salvo Lamela, delantero que podría recalar en la Juventus, al resto les esperan entidades como el Galatasaray (Soldado), el Watford (Capoue), o el Basilea (Chiriches). Sólo el danés Eriksen (38 partidos de liga y 10 goles durante la última campaña) y el belga Chadli (35, 11) tienen garantizada su continuidad.