Si no observa una mejoría en su rendimiento en los próximos meses, Antonio Conte dará vía libre a la cesión de Fernando Llorente durante el mercado invernal.
Nubes muy negras amenazan el futuro de Fernando Llorente. El ariete riojano emigró a la Juventus al término de la pasada campaña convencido de que su talento estaba a la altura de uno de los conjuntos más competitivos del continente. Sin embargo, tras una pretemporada discreta, el atacante ha comprobado que las exigencias de la vecchia signora poco tienen que ver con las del Athletic de Bilbao, conjunto en el que el ariete había sido elevado a la categoría de estrella.
Su situación es actualmente tan comprometida que, tal y como relata el diario italiano Il Sussidiario, el preparador de la entidad bianconera, Antonio Conte, le ha dado un ultimátum: o mejora su rendimiento durante los próximos meses o será cedido a otro club en cuanto el mercado lo permita.
Aunque el margen de reacción es amplio, el delantero español debe saber que el preparador turinés no duda en arrinconar a aquellos jugadores que no ofrecen su mejor versión. De hecho, en los últimos tiempos, el entrenador ya ha mostrado su firmaza con el danés Nicklas Bendtner, el galo Nicolás Anelka o el serbio Milos Krasic.
Por si fuera poco, sobre el futuro de Llorente planea otra amenaza: la llegada de un nuevo delantero. El transalpino Alberto Gilardino es el gran anhelo juventino, pero la prensa también ha arrojado últimamente el nombre de Lacina Traoré, ariete marfileño con un perfil muy similar al del internacional español (ver artículo).
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