El cuadro nerazzurro, que ha comenzado la temporada por debajo de las expectativas, aún espera unir más fichajes al ya confirmado de Joao Mario y el del delantero brasileño Gabigol.
Pese a las ilusiones depositadas en el proyecto, la temporada del Inter de Milán no ha tenido un buen comienzo. Con únicamente un punto después de las dos primeras jornadas de Serie A, los de Frank de Boer no están dejando las sensaciones esperadas. De este modo, y además de oficializar el fichaje del portugués Joao Mario el pasado fin de semana, así como dejar encarrilado el del delantero brasileño Gabigol, los lombardos tienen otros frentes abiertos.
El objetivo no es otro que apuntalar la defensa. Pese a contar con futbolistas del nivel de Murrillo o Miranda, el técnico holandés quiere sumar un nuevo zaguero a sus filas que tenga facilidad para sacar el balón controlado. Después de evidenciar problemas en el nacimiento de las jugadas durante las primeras jornadas de Calcio (tanto es así que en muchos muchos ha tenido que retrasar la posición de Éver Banega para sacar el balón), la prioridad es clara.
De este modo, y mientras el nombre de Martín Cáceres está a la orden del día debido a su polivalencia y que desembarcaría con la carta de libertad bajo el brazo, otras alternativas a las que se sigue muy de cerca son las que tienen como protagonistas al argentino del Zenit Ezequiel Garay (cuyo destino apunta irremisiblemente al Valencia) y el sueco Victor Nilsson Lindelöff (22 años), jugador del Benfica por el que los lusos piden los 30 M€ en que se sitúa su cláusula de rescisión.
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