Liga de Campeones | Jude Bellingham ilumina al Real Madrid en el Diego Armando Maradona

Visitaba hoy el Real Madrid el mítico estadio Diego Armando Maradona para enfrentarse al Nápoles. El nombre lo dice todo. El césped que vio la versión más sobresaliente del que muchos consideran el mejor jugador del mundo era hoy testigo del enfrentamiento entre dos escuadras que parten como grandes favoritas de grupo de cara a estar presentes en los octavos de final.

Ambos equipos se encargaron de presentar sus credenciales en la primera jornada después de deshacerse de Braga y Unión Berlín, por lo que el choque de hoy se presentaba como vital de cara a ocupar la primera plaza después de las seis jornadas de las que constará esta siempre impredecible fase de grupos.

De lo que no cabía duda es que el Real Madrid se veía las caras con el que será su rival más complicado en esta primera fase. Campeón de la Serie A de forma autoritaria después de mostrarse netamente superior a sus rivales en Italia, en la mente de muchos napolitanos todavía perdura la imagen de aquel el 16 de septiembre de 1987 cuando Diego Maradona y Emilio Butragueño eran los referentes de ambas escuadras y un Fabio Cannavaro, que por aquel entonces era recogepelotas en el Sao Paolo, acabó llorando debido a la clasificación merengue.

Exhibición de Jude Bellingham

Y un estadio de primer nivel continental, Jude Bellingham volvió a emerger para confirmar que clase de futbolista es. El inglés, que lo mismo se disfraza de Zinedine Zidane para hacer un control de balón que exhibe la llegada de segunda línea de Raúl o mete un pase de gol con el exterior como Luka Modric, hoy comandó al Real Madrid en este estadio en el que el 10 argentino hizo historia.

Primero lo hizo robando un balón en la salida del Nápoles y sirviéndolo en bandeja para que Vinicius hiciera el primer tanto merengue. Bellingham-Vinicius: ¡Vaya dupla! Luego protagonizó la acción del partido deshaciéndose de cuantos rivales le salían al paso y batiendo a Meret con un tiro ante el que el guardameta poco pudo hacer.

Iván Vargas @iwanvargas – 21:46

Poco a poco, Jude Bellingham se va adaptando…
https://t.co/5YULue8DON

ver en twitter

Apenas unos minutos antes había abierto el marcador el Nápoles. Lo hizo aprovechando una salida de Kepa que parecía estar en la sala de estar de su casa con las pantuflas puestas y regaló el tanto italiano. ¿Su autor? Østigård, que hizo bueno un rechace del larguero a cabezazo previo de Natan. En el haber del portero vasco, sin embargo, hay que colocar también su parada al remate de Osimhen con la que evitó el 2-2 en el minuto 38 y dejó al Real Madrid con ventaja en el marcador al descanso.

Pero arrancó con brío el Nápoles en la segunda mitad. Y antes incluso de merecerlo, anotó el empate. Lo hizo Zielinski desde el punto de penalti (2-2) después de que el árbitro decretara pena máxima por mano de Nacho Fernández en el 54’, que culminaba de este modo una semana para olvidar después de su expulsión ante el Girona por su entrada a Portu. Pese a que los blancos reclamaran que el balón venía de un rechace antes de tocar en la mano del central, Clément Turpin parecía tenerlo claro.

Con el empate llegaron los mejores minutos napolitanos del partido. El Real Madrid parecía acusar el golpe y durante unos instantes parecía a merced del equipo italiano, si bien tardó poco en recomponerse y volver a hacerse dueño del partido. Fue precisamente fruto de este dominio como surgió el 2-3. Fede Valverde se lanzaba un sensacional mísil de la frontal que rebotaba en el larguero y la espalda de Meret antes de introducirse en la portería y dar una victoria al Real Madrid que lo deja en una situación de privilegio para certificar su clasificación. El próximo rival, el Sporting de Braga.