El combinado andaluz, seis veces campeón de este su torneo fetiche, ha sacado un empate en su visita a la Juventus, que obtiene un empate valioso en el descuento. El Sánchez Pizjuán decidirá dentro de una semana en una eliminatoria igualada.
La final empieza a vislumbrarse. El vértigo de las semifinales ha llegado a Europa en este mes de mayo. Pero no parecen sentirlo nuestros representantes, como demostrara el Real Madrid el martes. Esta noche el otro superviviente, el Sevilla, se plantaba en casa de la Juventus de Turín par buscar su séptima final de la Europa League. Y su séptima corona continental. Una vecchia signora que ha alcanzado esta penúltima ronda por su gran efectividad, que ha maquillado su juego en ocasiones ramplón y criticable. Hoy tenía Massimiliano Allegri otro hueso en ese debe que tiene con Europa…
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Y con estos ingredientes se cocinaba un partido interesante, atractivo de ida y vuelta en muchos momentos del juego. Donde las dos escuadras se lanzaban por ocasiones sin complejos al ataque, descuidando las defensas. Tenía una gran ocasión así Lucas Ocampos que detenía Szczesny; mientras Bono se empleaba a fondo para dejar seco a Dusan Vlahovic. Se repartían las ocasiones ambos equipos, pero sería Youssef En-Nesyri quien daba ventaja a los de José Luis Mendilibar, al rematar en el área una gran jugada entre Lucas Ocampos y Oliver Torres, que con su movilidad desarbolaron el entramado defensivo de los italianos. Un golpe certero y también moral del marroquí.
Porque los andaluces, con ventaja en su competición fetiche de nuevo, se crecían. De hecho tomaron el mando claramente tras el gol, si bien recibían una mala noticia cuando en el 33' Lucas Ocampos era sustituido y no podía continuar en el campo. Pero a pesar de ello los hispalenses siguieron dominando el partido, atacado con más contundencia y con Wojciech Szczesny salvando posteriormente otro gol que parecía cantado. Y es que los piamonteses estaban a merced de una escuadra sevillista que buscaba el segundo con alguna contra, como estuvo a punto de lograr de nuevo Youssef En-Nesyri.
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El Sevilla contiene bien… hasta el final
En el descanso movía ficha Massimiliano Allegri dando entrada a dos nuevos atacantes. Federico Chiesa y Samuel Illing-Junior entraban para aportar frescura y nuevas ideas, mientras los piamonteses lograban ahora sí adueñarse de la pelota. El último de los nuevos ingresados al campo sería quien llevara más peligro con un par de ocasiones en el 57' y 58', que pudieron haber supuesto el empate. Pero los de Mendilibar lograban minimizar las virtudes de los italianos.
Como haría Bono en el 63' con una gran parada a disparo del citado Illing-Junior en la ocasión más clara hasta la fecha de los locales. Que generaban más ante un Sevilla cada vez más lejos de Szczesny, si bien a los transalpinos les faltaba mucha claridad de idea en los metros finales. Los andaluces se sentían cómodos en ese escenario mientras el carrusel habitual de cambios del segundo tiempo seguía su curso. Hasta que al final del choque el partido se volvía bastante bronco, con muchas interrupciones y juego duro que emborronaron ese partido intenso al principio pero decadente al final.
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Donde los italianos tuvieron un arreón esperado que el equipo de José Luis Mendilibar, que no daban opciones a los italianos. Hasta que en la última jugada del partido, con el tiempo de descuento ya cumplido y en un saque de esquina, Federico Gatti anotaba de cabeza a portería vacía el empate. Gol protestado por los andaluces sin éxito, que deja helado a un equipo andaluz que se veía ya con la victoria para defender el resultado en el Sánchez Pizjuán. Finalmente un empate que deja todo abierto para un partido de vuelta que se presenta apasionante.
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