El carrusel de compromisos de nuestro fútbol proseguía su curso en la sesión de este lunes. Todo ello, además, con la participación de un Cádiz que certificó (con sufrimiento) su permanencia en Primera División merced a la estupenda gestión de su míster Sergio González desde el banquillo. En esta ocasión, debería medir sus fuerzas con las de una escuadra que ha retornado a la máxima categoría del balompié nacional. En concreto, nos referimos al Deportivo Alavés.
Nada más iniciarse la contienda, un envío de Javi Hernández en una acción de estrategia sería aprovechado a la perfección por Fede San Emeterio para abrir la lata (1 – 0). Instantes más tarde, una genialidad de Chris Ramos, quien ya dejó destellos de su calidad durante la campaña anterior, estaría a un paso de ser culminada por Roger Martí. Iván Alejo estaba siendo un puñal muy difícil de frenar para Rubén Duarte, mientras que Antonio Sivera tendría que intervenir para impedir la diana de Darwin Machís.
Cada vez que pisaba el área contraria, los gaditanos generaban una tremenda sensación de peligro a causa de la fragilidad defensiva babazorra. Al volver del túnel de vestuarios, Ramos pudo ampliar la renta de los locales a balón parado. Por su parte, Kike García daría una bocanada de aire fresco en forma de recursos para el ataque del club vitoriano. A lo que hay que añadir que Jon Guridi no estaría certero con su lanzamiento de larga distancia. El Cádiz se quedaría con 10 por la expulsión de Gonzalo Escalante, pero lograría el triunfo en el Nuevo Mirandilla.
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