El Napoli apura por Antonio Conte
Antonio Conte está firmando una campaña sobresaliente con el Napoli y a tan solo dos jornadas para el final puede otorgarle al club partenopeo el cuarto Scudetto de su historia, tras los dos de Maradona y el de Spalletti.

Desde hace una década, firmar a Antonio Conte como entrenador es sinónimo de éxito inmediato. En la Juventus ganó tres ligas en los tres años que la dirigió y además les llevó a una final de la Liga de Campeones. Por si fuera poco, en el primero de los títulos ligueros, aquel de 2011-2012, no perdió ningún partido.
En su periplo en Inglaterra también ganó la Premier League en una temporada incontestable en la que supo sacar al mejor Eden Hazard. Después de su explosivo adiós a Stamford Bridge, tal y como suelen ser sus despedidas, volvió a Italia para junto a su inseparable Marotta, devolver al Inter a los más alto de la Serie A.
En Milán ganó el Scudetto, instalando el sistema de tres centrales que luego aprovecharía Inzaghi para sacar el máximo rendimiento posible a una escuadra que ha acabado llegando a dos finales y una semifinales de Champions, y que también ganó la liga con el exentrenador de la Lazio.
Un Scudetto sin brillo, pero efectivo
Conte nunca sacia su hambre, y cuando le llegó el reto de poder hacer campeón a un tercer equipo distinto del Calcio, lo asumió sin problema. El Napoli ya se había hecho con esa tan ansiada liga (que tardó más de 30 años en llegar) hace dos cursos, y tras la descomposición de ese equipo campeón, que tenía a Osimhen y Kvaratskhelia como estrellas, Antonio aterrizó en silencio y se puso manos a la obra.
A priori no partía con la vitola de favorito, pero a falta de dos jornadas para el final la tiene en su mano. Le saca un punto al Inter y debe visitar al Parma y recibir al Cagliari, mientras que los neroazzurri aún deben jugar contra la Lazio. Sin embargo, nada es suficiente para ese carácter volcánico de Conte y se ha reportado que podría abandonar el Napoli en el mes de junio.
El técnico natural de Lecce es de proyectos ganadores y también de proyectos cortos, por lo que no extrañaría que pese a levantar el título, saliera por la puerta de atrás, como suele ser habitual con un Di Laurentiis al que es difícil entender. En cualquier caso, la entidad parece empeñada en retenerle y para ello van a ir con todo para darle su más ferviente deseo, el actual delantero del Lille, Jonathan David.