Eurocopa 2016 - Hungría da la primera sorpresa

Corría el minuto 66. Adam Szalai se movía por el campo con cierta ansiedad. No terminaba de entrar en juego y su único remate a puerta se había marchado a una distancia sideral del poste izquierdo. Seguramente, por su cabeza volvían a rondar los fantasmas que vienen acompañándole desde el pasado 12 de diciembre de 2014, fecha en la que había marcado su último gol en partido oficial (ante el Colonia, con el TSG Hoffenheim). Entonces ocurrió algo que no figuraba en el guión. El infatigable László Kleinheisler (22), de largo el mejor jugador del choque, le envió un balón en profundidad, y el excanterano del Real Madrid, que ya vislumbraba el cambio, se lanzó al suelo con la poca fe que aún le quedaba para tocar ligeramente el cuero y enviarlo al fondo de las mallas

Su reencuentro con la red fue el fin de Austria. Los de Marcel Koller habían dominado el partido con cierta solvencia, pero tras encajar el 0-1, el desdibujadísimo Aleksandar Dragovic cometió una falta innecesaria que le costó la segunda amarilla y que acabó por dejar sin opciones a un equipo que creía que con los destellos de calidad de David Alaba y Marko Arnautovic sería suficiente para derrotar a una Hungría que llevaba 30 años sin disputar un choque de esta magnitud.

El entierro definitivo de las opciones austriacas llegó en el minuto 77. Zoltan Stieber, que había entrado unos minutos antes, aprovechó su frescura para cazar un balón largo, avanzar con determinación y batir con clase a un Robert Almer que ya había tenido que salvar con anterioridad el 0-2. La sorpresa estaba ya cocinada, la primera de la Eurocopa 2016.