Señalado tras la humillante derrota ante el Liverpool, la continuidad del noruego Ole Gunnar Solskjaer al frente del Manchester United queda a expensas de los resultados que su equipo sea capaz de obtener en los tres próximos partidos.
"No hay mucho que se pueda decir. Es el día más negro desde que llegué aquí. No lo hemos hecho lo suficientemente bien. La responsabilidad es mía. Yo soy el que ha preparado al equipo para el partido". Lejos de esconderse, el técnico del Manchester United, el noruego Ole Gunnar Solskjaer, apostó por dar la cara y asumió sin matices la responsabilidad de la durísima derrota sufrida ante el Liverpool (0-5).
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Aunque el gesto le honra y dice mucho de su talante profesional, lo cierto es que un marcador de este calibre siempre deja huella. Aunque por el momento se mantendrá al frente del banquillo, queda claro que su crédito ha disminuido de forma muy considerable.
Rivales de enorme entidad
De hecho, una información que hoy publica The Telegraph señala que la directiva ha supeditado su continuidad al resultado que obtenga el equipo en los tres choques venideros. En estos próximos días, los diablos rojos se medirán a Tottenham y Manchester City en Premier League y a Atalanta en Liga de Campeones. Casi nada.
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Visto lo visto, se antoja complicado creer que el preparador nórdico pueda superar este ultimátum. Quizá por eso, porque asume que su escuadra se encuentra inmersa en una evidente decadencia que no invita precisamente al optimismo, los dirigentes mantienen activa la búsqueda de un recambio. El galo Zinedine Zidane y el italiano Antonio Conte siguen encabezando la lista de alternativas.
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