El FC Barcelona no quiere que se enquisten las renovaciones

Este es uno de los veranos más movidos en el FC Barcelona en mucho tiempo. La necesidad del nuevo presidente de la entidad blaugrana para cuadrar cuentas, y reducir la masa salarial mientras se mantiene un proyecto competitivo que pueda llenar las vitrinas del Barça de títulos.

Definidos los principales fichajes para este verano, en la ciudad condal quieren confirmar con qué jugadores contará la próxima temporada Ronald Koeman. Entre todo el ruido producido primero con la renovación de Leo Messi y después con el fracaso en las negociaciones por Georginio Wijnaldum, dos nombres están dando un quebradero de cabeza a la dirección deportiva barcelonista: Ousmane Dembélé (24 años) e Ilaix Moriba (18 años).

Ousmane Dembélé, ¿proyecto fallido?

El principal quebradero de cabeza que tiene ahora mismo Joan Laporta es resolver la situación contractual de Ousmane Dembélé. La gran inversión, más de 105 M€ es un arma de doble filo desde el punto de vista contable: si el FC Barcelona no puede renovar al extremo francés y tiene que venderlo, hacerlo por una cantidad menor a aquella que queda por amortizar del jugador, computaría la venta como pérdidas.

El caso de Ilaix Moriba es distinto. Si bien es cierto que la apuesta del Barça por el guineano fue muy alta (Ilaix contaba con uno de los sueldos más altos de los juveniles), perder a Ilaix no afectaría al Barça desde el punto de vista económico. Según Mundo Deportivo, el Barcelona le ha ofrecido un contrato de jugador de primer equipo, hasta 2026, con un sueldo escalonado que aumentaría según objetivos. En este caso, las intenciones del jugador son claras: continuar en el equipo que le ha hecho debutar en LaLiga y Champions League.