Liga de Campeones | El mismo FC Barcelona de siempre en Nápoles

La visita de Lionel Messi al templo de Maradona. La frase más repetida en la previa de este encuentro que colocaba de nuevo al FC Barcelona en un escenario tan temido en los últimos años. Visita en Liga de Campeones en una eliminatoria, donde tantas decepciones han sufrido desde el lejano 2015 del Triplete. Esta vez con muchas bajas y demasiada dependencia del capitán, como se viera ante el Eibar. Enfrente, un Nápoles venido a menos pero competitivo por obra y gracia de Gennaro Gattuso, que plantó una tela de araña sobre la que se estrellaron los hombres de Quique Setién. El cántabro se Valverdizó en la alineación, colocando cautelosamente a cuatro centrocampistas con más músculo que criterio ofensivo. De manera que la primera parte fue una de tantas que les hemos visto a los azulgranas en los grandes estadios europeos durante el último lustro.

Y es que los catalanes se fueron perdiendo, tras un error defensivo de esos que ya son el pan de cada día, y sin apenas haber llegado al área de Ospina. Ni un tiro a puerta en todo el acto, con un juego lento, ramplón, escaso en ocasiones ofensivas. Una primera parte destinada a terminar sin goles porque el planteamiento de los italianos fue el de esperar atrás y aprovechar algún fallo de los visitantes. Pero como lo hubo, y además Dries Mertens tiene un golpeo de balón por el que se pagan millones (y queda libre en verano), los locales se fueron con ventaja al descanso. El tanto lo lograba el belga en el 30’, tras resbalón de un errático Junior Firpo que solamente hizo añorar hoy a Jordi Alba, cuya temporada está siendo también para el olvido. Con el FC Barcelona cojo de la banda izquierda, sin un delantero de referencia y los citados centrocampistas con poca movilidad, apenas se adivinaban soluciones.

Porque si los fallos defensivos en el conjunto azulgrana este curso son para el olvido, no nos vamos a quedar cortos con el pobre recital ofensivo que ofrecen los culés fuera de casa. Todo depende de Messi, pero ante una defensa bien cerrada, vigilado constantemente con buenas ayudas por parte de Zielinski o Fabián Ruiz, el argentino se empequeñecía en tierra maradoniana. Los de Setién no encontraban soluciones, y aunque quedaba el Camp Nou en la vuelta seguía flotando ese aire de funeral ya conocido que tienen los culés cuando visitan cualquier campo europeo de entidad.

Griezmann encuentra premio

El partido del FC Barcelona seguía en términos similares a los de la primera parte, con el juego visitante igual de plano y sin apenas peligro sobre el área de Ospina. Los italianos, firmes a su idea de aguantar el resultado y buscar doblar el marcador, sin apenas sufrir en defensa. Las malas noticias además se acumulaban para los visitantes, porque Sergio Busquets veía la amarilla que le impedirá jugar el partido de vuelta en el Camp Nou. Con una defensa tan cerrada solamente por las bandas parecía poder llegar el peligro, mientras Arthur Melo suplía a un gris Ivan Rakitic.

Y fue precisamente por el carril diestro por el que llegaba el gol del empate, obra de Antoine Griezmann a pase de Nelson Semedo. Aunque el verdadero artífice de la jugada era el propio Busquets, que vio perfectamente el desmarque del portugués en una de las pocas concesiones de la zaga italiana. Una diana con el sello Setién, que fue de hecho la única jugada con algo de sentido y criterio ofensivo de parte de los culés. Era el minuto 57 y quedaba más de media hora por delante para que los catalanes culminaran la remontada. En cambio, el gol espoleó en primer lugar a los italianos, que acumularon un par de acciones de peligro antes de que los catalanes se adueñaran de la pelota. Especialmente una salvada por Marc-André Ter Stegen, que dejó su milagro diario.

No obstante, vivimos unos minutos finales intensos y locos, en los que Arturo Vidal era expulsado en la recta final por una de sus características imprudencias. Otra baja sensible para la vuelta, en la que Quique Setién tendrá también el centro del campo en cuadro. Por si fuera poco, Gerard Piqué se lesionaba en el descuento y también será duda para el Santiago Bernabéu... Al final tablas, el Camp Nou decidirá aunque con muchas bajas para los hoy visitantes. El Nápoles es claramente un equipo inferior al FC Barcelona pero los culés han mostrado los mismos síntomas preocupantes de tantas noches de funeral. Messi tiene razón: así no da para la Champions.