El balear comienza a asumir galones en un momento complicado de la temporada. Una esperanza a la que aferrarse.
Se ha quedado el Real Madrid sin la posibilidad de ganar el primer título de la temporada, porque caía el jueves eliminado en la semifinal de la Supercopa de España ante el Athletic Club de Bilbao. Un partido que dejó señalados a muchos jugadores merengues.
Aunque todas las crónicas coinciden en este caso en que se salvaba uno de ellos especialmente. Marco Asensio fue el mejor del cuadro blanco, especialmente en la segunda parte en la que lograba estallar dos balones al palo, que podían haber cambiado el signo del partido.
Una esperanza
Comenzó ese encuentro en banda izquierda pero al finalmente retornó a su lugar habitual, partiendo desde la banda izquierda hacia el centro. Y es que haciendo gala de su capacidad para desequilibrar y su buen disparo, fue el jugador que llevó más peligro de parte de los de Zinedine Zidane.
Autor de 2 asistencias y 1 gol en los 22 partidos que ha disputado esta temporada, el balear ha tardado en encontrar su mejor versión pero ahora mismo es uno de los jugadores más en forma del equipo. Y un clavo ardiendo al que agarrarse en momentos difíciles.
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