La salida del argentino rumbo al Inter de Miami deja ahora al fútbol europeo sin las dos grandes estrellas que lo han marcado a lo largo de las dos últimas décadas. Es la hora de sus sucesores.
A pesar de que desde 2018, cuando Luka Modric rompiera su hegemonía, hemos visto a otros ganadores de los grandes premios individuales como el Balón de Oro o The Best (Robert Lewandowski, Karim Benzema…) ellos siempre estaban ahí. Y ahora Erling Haaland, Vinicius Junior y Kylian Mbappé empujan ya con mucha fuerza.
Son los tres, junto con otros que siguen apareciendo, los candidatos a sucederlos. Porque desde 2008 o quizás algo antes, Cristiano Ronaldo y Lionel Messi dominaron con puño de hierro el fútbol mundial. Acaparando goles, títulos, galardones y todo tipo de récords. Se hicieron mejores mutuamente y llevaron el deporte rey a otro escalafón.
Vidas paralelas pero lejanas
A finales del 2022 el argentino lograba la Copa del Mundo con su país, conquistando su última meta, que para muchos lo califica ya como el mejor de la historia. Y el portugués, cuyos récords en Liga de Campeones seguirán intactos mucho tiempo, se iba entonces a Arabia Saudí, una liga menor lejos del foco mediático que es Europa.
El albiceleste ha sido seducido para competir de nuevo con él, pero ha preferido la estabilidad y seguridad de la MLS como lugar para alargar un poco más su carrera. Ambos están ya fuera de Europa, fruto de su claro e inevitable declive auspiciado por la edad. Y por tanto dan paso ya de forma oficial, a la nueva generación que siempre se mirará en su espejo. Ha sido un lujo disfrutarlos de cerca y ahora lo haremos en la distancia.
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