¡El FC Barcelona y Nike llegan a un punto de no retorno!

Como proveedor de equipaciones del Barça desde hace años, desde 1998, Nike ha sido testigo involuntario de la caída en picado del club catalán en el fútbol mundial. Tanto es así que el lucrativo acuerdo firmado en 2018, que garantizaba al club catalán un holgado cheque anual, está ahora en entredicho. Por su parte, el Barça, que no ha encargado ningún producto para la próxima temporada, tampoco está contento con el acuerdo y tantea el terreno con otros fabricantes de equipaciones.

En una coyuntura económica difícil y en un momento en que la marca americana ha reducido sus inversiones de marketing en los jugadores, pero también y sobre todo en los clubes, eligiendo sólo un club de primera por gran liga, es difícil ver cómo Nike podría satisfacer las demenciales exigencias del Barcelona. Peor aún, según nuestras informaciones, el punto de no retorno se alcanzó hace muy poco, cuando el Barça incumplió dos plazos de pedido con Nike, lo que se tradujo en una ausencia total de pedidos de productos para la próxima temporada. Y si tenemos en cuenta los larguísimos plazos de producción que imperan actualmente en Asia, esto plantea claramente dudas, sobre todo porque el Barça es el único gran club de Nike que se encuentra en esta situación en estos momentos.

El Barça, cuya estrategia está desconcertando a más de un directivo de Nike, se ha puesto manos a la obra para encontrar un nuevo proveedor de equipamiento capaz de comprar los 5 años que le quedan de contrato a Nike con el Barça. El rival histórico de Nike, adidas, no está interesado, sobre todo porque ya tiene al Real Madrid en España y no tiene ningún deseo de poseer los dos clubes más grandes de la Liga. Sin embargo, hay dos marcas capaces de hacer un desembolso semejante: Puma y New Balance. La marca estadounidense, a la que Nike le robó el Liverpool en 2020, sigue buscando un club puntero para reinvertir espectacularmente en el fútbol, mientras que Puma, que ya le arrebató Portugal a Nike a partir del próximo verano, quiere seguir con su asalto a los grandes clubes. La firma alemana es la marca al alza en el fútbol, y los resultados y su estrategia no pueden más que darle la razón, ya sea con el OM, el Manchester City o Neymar.

Aunque sobre el papel este acuerdo podría marcar un antes y un después en el competitivo mercado de las equipaciones, parece complicado, por no decir prácticamente imposible. El primer y mayor problema es el plazo restante del contrato firmado en 2018. Nike tendría que recibir una compensación de varios cientos de millones de euros, mientras que el Barcelona tendría que aumentar el contrato inicial de 150 millones de euros firmado en su día. Luego está la cuestión de si el nuevo proveedor de equipaciones sería capaz de confeccionar toda una nueva colección antes de julio de 2024, un plazo prácticamente imposible de cumplir, sobre todo para un gran club europeo con un vasto catálogo de productos. En última instancia, en caso de confirmarse y consumarse el divorcio entre ambas partes, lo más probable sería avanzar hacia un nuevo proveedor de equipamiento en 2025-26… Pero una pregunta sigue sin respuesta. ¿Es realmente posible que no haya productos del Barça a la venta en las tiendas oficiales del club el próximo verano? Hay lugar para la duda.