El centrocampista del Rennes ha sido uno de los objetivos que el Real Madrid deja en stand-by hasta el verano de 2021.
Las decisiones inesperadas y conocidas esta semana del Real Madrid, o mejor dicho de Zinedine Zidane, de dar otra oportunidad a Martin Odegaard y Dani Ceballos, tienen consecuencias. De hecho podría alterar algunos de los planes en este mercado estival que se extenderá excepcionalmente hasta el 5 de octubre.
Y, aunque queden muchos meses por delante con bastantes dudas e incertidumbres, uno de los afectados puede ser Eduardo Camavinga. Porque el centrocampista de 17 años del Rennes vio cómo su fichaje se paralizaba para el 2021 y quedaba pospuesto hasta el verano que viene.
Un examen constante
Así, teniendo en cuenta que la competitividad en el centro del campo merengue irá en aumento, para el galo será fundamental esta campaña ver sus prestaciones con el club bretón. Ha sorprendido en su primer curso en la élite pero en la nueva temporada estará más vigilado en la Ligue 1 y además jugará la Liga de Campeones, donde podrá probarse verdaderamente su nivel.
Un reto que, de superar, lo colocará de nuevo en la agenda blanca como objetivo para 2021. Aunque, a diferencia de la temporada pasada, en la nueva jugará con la presión añadida de saber que será examinado con lupa y que esto podrá determinar su futuro.
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