Liga | Una genialidad de Pablo Barrios ilumina al Atlético de Madrid
El Sevilla tomaría la delantera gracias a la tempranera diana de Lucien Agoumé, pero el Atlético de Madrid sería muy superior al reaccionar a ese mazazo inicial. Julián Álvarez -de penalti- nivelaría la contienda, mientras que una obra de arte de Pablo Barrios culminaría la remontada colchonera.

El mes de marzo ha sido una auténtica pesadilla en el seno de un Atlético de Madrid que, muy a su pesar, se ha caído de la carrera por dos de los tres grandes títulos. Para empezar, se despidió de la Champions de una forma demasiado cruel en octavos de final. Todo ello, por supuesto, por la resolución de la tanda de penaltis, con el famoso doble toque de Julián Álvarez, ante el Real Madrid. Sin duda, la primera fue directa a la frente.
Por si no fuera suficiente con lo acontecido en la orejona, la cuestión es que también claudicaría en una vibrante eliminatoria en las semifinales de la Copa del Rey. Después de una oda al fútbol en el primer asalto en territorio catalán, el FC Barcelona impondría su ley en la capital de España a raíz del zarpazo de un Ferran Torres que atraviesa un momento muy dulce. Por tanto, otro revés tremendo para el Atleti.
A lo que hay que agregar que, pese a mantener opciones de aferrarse a un clavo ardiendo durante las próximas semanas, también se ha quedado relegado en la pelea por nuestra Liga. Una batalla a tres bandas, con Barça y Real Madrid, en la que ha ido perdiendo fuelle a raíz de diversos tropiezos muy sorprendentes. Dicho lo cual, su entrenador Diego Pablo Simeone había diseñado su plan a conciencia con la misión de imponerse esta tarde al Sevilla.
El Atlético de Madrid no deja de creer
La puesta en escena de los hispalenses sería fantástica, probando fortuna nada más empezar con Dodi Lukébakio y Kike Salas. Eso sí, sería Lucien Agoumé el que inauguraría el electrónico con un golpeo sensacional para enviar el cuero al fondo de las mallas. Sin embargo, la nota negativa llegaría con la tempranera lesión de Ruben Vargas, dejando su plaza a Chidera Ejuke. La réplica madrileña se produciría por medio de Nahuel Molina, mientras que Loïc Badé derribaría a Conor Gallagher. Un penalti que ejecutaría y transformaría Julián Álvarez.
Instantes más tarde, Jan Oblak estaría imperial para ganar la partida a Akor Adams, previo pase filtrado por un inspirado Agoumé. Giuliano se quedaría a un paso de sacar provecho de la indecisión de Adrià Pedrosa y Orjan Nyland, al tiempo que Djibril Sow no atinaría con su golpeo. Badé lograría redimirse con una estupenda intercepción defensiva, frenando un frenético contragolpe colchonero. García Pimienta movería ficha con la entrada de Nemanja Gudelj por Adrià Pedrosa, mientras que el Atleti optaría por Javi Galán, Koke Resurrección y Alexander Sörloth.
En cuanto al artillero noruego, reemplazaría a un Antoine Griezmann que, muy a su pesar, volvería a estar falto de chispa en las numerosas facetas del juego por el desgaste físico que acumula. Con motivo de la recta decisiva de la batalla, Nyland se reivindicaría con una serie de intervenciones de mucho mérito para frustrar a su rival. Los madrileños habían dado un paso al frente para obtener la victoria, aproximándose con frecuencia al área del plantel de Nervión. En las postrimerías del choque, una obra de arte de Pablo Barrios sellaría el trabajado triunfo del Atleti en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
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