El FC Barcelona se hipoteca a la MSN

Tras el incontestable dominio del Real Madrid en la última temporada, una de las pocas esperanzas de derrocar al cuadro blanco en España y Europa reside en el ataque del FC Barcelona. Con Lionel Messi al frente, pocos equipos más, o casi ninguno, parecen preparados hoy para frenar a la máquina de ganar de Zinedine Zidane. En parte porque ha sido el último equipo capaz de ganar a los blancos en su casa y meterles presión hasta el final.

Todavía no ha comenzado el primer proyecto de Ernesto Valverde, pero parece claro que, como los de Luis Enrique, tendrá como principal arma el letal poderío ofensivo de su trio de delanteros. El argentino, Neymar y Luis Suárez conforman un triplete de ataque que ha sido el más prolífico del mundo en las últimas temporadas. Por encima incluso de la BBC que ha ganado 2 Ligas de Campeones en ese tiempo (el curso pasado casi todo el peso ofensivo recayó exclusivamente en Cristiano Ronaldo).

Pero claro, mantener a estas estrellas cuesta mucho dinero. Con la renovación de Messi, que ganará unos 40 M€ anuales netos (según diversas fuentes), el gasto para pagar a estos tres delanteros que asume la entidad catalana se cifra en unos 170 M€. Una importante suma de dinero que, como estamos viendo, dificulta que el combinado azulgrana pueda realizar nuevos fichajes importantes. Y si quiere volver a ganar necesita al menos un lateral y un centrocampista de primer nivel que puedan sostener en el campo a la MSN.

Son capaces de ganar cualquier encuentro, de marcar muchísimos goles, pero también hemos visto cómo el equipo se descompensa con su presencia (y no solamente en términos económicos). Cuesta encontrarles equilibrio en el campo y mantener un alto rigor defensivo con tres futbolistas que apenas se implican en tareas de recuperación.

Mientras la directiva deberá encajar el rompecabezas financiero para dotar de más fichajes a la plantilla, la gran labor del nuevo entrenador será fundamentalmente encontrar ese equilibrio en el campo. Mejorar las prestaciones en la retaguardia, dotar de mayor sentido al juego y de mejores recursos a sus jugadores para que la MSN siga siendo una máquina de hacer goles. Tremenda labor la que le espera a Valverde.