Liga de Campeones | El Real Madrid naufraga en Londres y dice adiós a la final

Dura derrota del Real Madrid en Londres. En un choque en el que el Chelsea se mostró superior a los blancos, y supieron llevar el juego a donde más les convenía, el cuadro de Thomas Tuchel ha doblegado a los blancos merced a los tantos de Timo Werner y Mason Mount. Pese a ser dueño del balón en varios tramos del partido, el equipo merengue no fue capaz de generar ocasiones de peligro.

No cabe duda que hoy era un notable desafío al que se enfrentaban los blancos. Después de salir vivo de un encuentro de ida en el que se puso por debajo en el marcador cuando apenas habían transcurrido unos minutos, y acabó empatando pese a los merecimientos del Chelsea (1-1), el conjunto de Zinedine Zidane se veía hoy en la obligación de asaltar Stamford Bridge si quería lograr un hueco en la final.

Sin embargo, una victoria por la mínima, o un empate con más de un gol, servía a los blancos para lograr su objetivo. Por lo tanto, el choque podía afrontarse con una relativa tranquilidad y sin que las prisas pudieran jugar una mala pasada. En frente, un Chelsea que ha dado un más que notable paso al frente desde la llegada a su banquillo de Thomas Tuchel. Sólido en defensa, vertiginoso cuando tiene el balón en los pies, y muy efectivo de cara a puerta, el cuadro de Londres ya mostró todo su potencial en el choque de ida.

Consciente de la importancia del choque, Zidane decidió poner todo su arsenal sobre el césped desde el comienzo. Sergio Ramos volvía al once después de varias semanas lesionado. Ferland Mendy recuperaba su sitio en el lateral zurdo y Eden Hazard era de la partida contra su exequipo después de recuperar sensaciones en los últimos envites.

El Real Madrid tiene el balón, el Chelsea el acierto

El dibujo de los blancos calcaba al del Chelsea, un 3-5-2 con Vinicius y Ferland Mendy como interiores junto a los inamovibles Casemiro, Kroos y Modric en el centro. Arriba. Eden Hazard y Karim Benzema. Consciente de la solidez defensiva, el entrenador del Real Madrid apostaba por dos “regateadores” (Hazard, Vinicius), que pudiera fragmentar la rigidez inglesa.

Salió el Real Madrid con la clara intención de hacerse con el balón. Monopolizarlo. Los blancos dominaban la posesión por completo en los primeros compases y el Chelsea se atrincheraba atrás. En ese “bloque bajo” del que tanto hablan los expertos a la hora de analizar los partidos. Las ocasiones no eran demasiado claras y se limitaban a tiros lejanos (Kroos en el minuto 10, Rudiger en el 11). El partido comenzó a variar, lo hizo a medida que el Chelsea subió la presión y el Real Madrid comenzó a fallar en sus pases, lo cual aprovechaban los locales para contragolpear con peligro. Timo Werner marcaba en el 18’ pero el tanto era anulado por un claro fuera de juego.

El Real Madrid tuvo el 0-1 en las botas de Karim Benzema en el minuto 25. El delantero francés culminaba una buena jugada colectiva con un sensacional disparo desde fuera del área que parecía introducirse en la portería inglesa hasta que emergió la manopla de Edouard Mendy. Sin embargo, fue el Chelsea el que se adelantó apenas un par de minutos después. N’Golo Kanté emergía desde la medular y servía para que Kai Havertz finalizara. El alemán intentaba una vaselina sobre Thibaut Courtois que se estampaba contra el larguero y salía franca para que Werrner culminara de cabeza (1-0).

Sin reacción

La volvió a tener Karim Benzema en el 35. Esta vez de cabeza aprovechando una buena asistencia de Luka Modric. Sin embargo, el francés volvió a encontrarse con su compatriota Mendy, que envió a córner. Sin embargo, el Real Madrid no se encontraba. Ni Eden Hazard ni Vinicius eran capaces de desbordar, el centro del campo estaba superado y el Chelsea tenía el partido donde quería cuando llegó el descanso. Urgían cambios si el Real Madrid quería estar en la final.

Sin embargo, la tónica en la segunda mitad fue la misma. Incluso peor para los intereses del Real Madrid. El Chelsea acumula ocasiones y los blancos eran incapaces de reaccionar. Kai Havertz estampaba un nuevo balón en el larguero en el minuto 46 y más tarde veía como Thibaut Courtois evitaba un gol cantado (58’). Mount también fallaba delante del portero belga y dejaba vivo al equipo de un Zinedine Zidane que intentó variar la dinámica en el 62 con la entrada de Marco Asensio y Fede Valverde ocupando los huecos de Ferland Mendy y Vinicius.

El Real Madrid intentaba espabilar, pero la presión rival era incesante. Pese a la cercanía en el marcador, y que todavía tiempo para la esperanza, la incomodidad merengue era evidente. N’Golo Kanté abarcaba cada vez más campo y los minutos iban pasando inmisericordemente. El cansancio se notaba en los jugadores visitantes que pese a que lo intentaron en la recta final no fueron capaces de anotar el tanto del empate.

De hecho, fueron los locales los que sentenciaron a falta de cinco minutos. Fue después de una buena acción que culminaba Mason Mount (2-0). Con cuatro jornadas por delante, y un partido vital ante el Sevilla en apenas unos días, el Real Madrid tendrá que focalizar ahora todos sus esfuerzos en la Liga. Habrá final inglesa de Liga de Campeones en Estambul.