Confirmado su fichaje con el cambio de año en forma de relevo a Thomas Tuchel, el técnico argentino Mauricio Pochettino aterrizó en el Paris Saint Germain junto a un buen número de rumores acerca de posibles incorporaciones para fortalecer el proyecto. Se trató, en muchos casos, de futbolistas que ya habían estado a las órdenes del argentino y no vivían un buen momento en sus respectivos clubes, como sucedió con el danés Christian Eriksen.
Principalmente significativo fue el caso de Dele Alli (24 años). El centrocampista inglés, completamente secundario a las órdenes de José Mourinho en las filas del Tottenham (472 minutos, 12 partidos), veía con buenos ojos cambiar Londres por París. De este modo vería crecer sus opciones de disputar la próxima Eurocopa con la selección de su país.
Sin embargo, pese a que en muchos momentos ambas partes parecían destinadas a entenderse, el presidente de los spurs, Daniel Levy, rechazó todas las tentativas y el inglés no se movió de Londres. Sin duda, una mala noticia tanto para el propio Dele Alli como para un PSG que finalmente cerró el mercado sin fichaje alguno.
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