La estancia de Eusebio Sacristán colgaba de un hilo antes del choque ante el Deportivo de La Coruña. Sus opciones pasaban por ganar o ganar, sino el club podría optar por desplazar al técnico pucelano del cargo en favor de alguien que llamara a la calma y al consenso con la afición, algo que no estaba logrando el actual primer entrenador de la Real Sociedad.
Sin embargo, los de Anoeta endosaron una manita a los gallegos que sirvió de rendición y de reconcilio frente a su afición. El Deportivo cavó su tumba en Anoeta y dio alas a un Eusebio que recupera parte de la confianza, aunque tendrá que demostrar su buen hacer en las próximas jornadas. De momento, toma aire y la baja de Iñigo Martínez no se ha notado en el equipo, siendo subsanada por la dupla compuesta por Raúl Navas y Aritz Elustondo a falta de la incorporación de Héctor Moreno, y que se saldó con 90 minutos sin goles encajados, un dato que no conseguía la Real Sociedad desde el derbi vasco del pasado 16 de diciembre.
Más información
Noticias