Para poder levantar su nuevo proyecto, el Real Madrid deberá primero aligerar su plantilla. Eso sí, los dirigentes tienen muy claro que, pase lo que pase, no aceptarán ofertas por cuatro futbolistas a los que consideran indispensables de cara al futuro.
Duramente castigado por la pandemia, el Real Madrid tiene muy claro que, para poder renovar su plantilla, primero deberá dar salida a varios jugadores que dejen interesantes ingresos en las arcas y aligeren la pesada carga salarial que actualmente soporta el club.
En la lista de descartes figuran desde veteranos como Gareth Bale, Marcelo o Isco hasta jugadores que, por unos motivos u otros, no han terminado de ganarse la plena confianza de Zinedine Zidane: el zaguero Álvaro Odriozola o los delanteros Mariano Díaz y Luka Jovic. Asimismo, la entidad está dispuesta a escuchar ofertas por tres jugadores que se encuentran cedidos, el meta Diego Altube, el central Jesús Vallejo y el punta Borja Mayoral.
Cuatro piezas clave de cara al futuro
Justo en la otra punta, es decir, con el cartel de intransferible colgado al cuello, figuran cuatro piezas básicas -Thibaut Courtois, Casemiro, Toni Kroos y Karim Benzema- y otros cuatro jugadores sobre los que la entidad quiere asentar su futuro: el uruguayo Fede Valverde (22 años), el noruego Martin Odegaard (22) y los brasileños Vinicius Junior (20) y Rodrygo (20).
Los dirigentes creen que, por su juventud, talento y carácter, este cuarteto de jugadores debe ser la base de un nuevo proyecto en el que, además de algunos veteranos, podrían tener cabida el zaguero austriaco David Alaba (con el que se asegura que ya existe un acuerdo) y los anhelados Kylian Mbappé (PSG) y Erling Haaland (Borussia Dortmund).
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