El dinero acaba con el proyecto del Inter de Milán
Simone Inzaghi, líder del proyecto del Inter los últimos cuatro años, ha decidido abandonar el conjunto milanés para recalar en Al-Hilal, al que entrenará también en el próximo Mundial de Clubes.

El dinero era el principal obstáculo que separaba al Inter de los grandes de Italia cuando se inició este proyecto, y el dinero ha acabado siendo su tumba cuatro años después. Si bien esas dificultades iniciales de no poder invertir se salvaron con una masterclass constante de Marotta en los mercados de fichajes, en esta ocasión la oferta de Al-Hilal ha sido irrechazable para la única pieza del Inter que no tiene reemplazo.
En uno de esos clubes en los que la estrella es el entrenador, el estropicio que le hace Inzaghi a los nerazzurri, a corto plazo, es sangrante. El equipo está empapado en sus mecanismos y cada jugador, en este momento, interpreta a la perfección el rol que le tenía asignado el técnico de Plasencia.
Si bien existen otros entrenadores en el continente con ideas similares que podrían encajar como sus sucesores, hacer una transición dulce de un estilo ya marcado (como hiciera el mismo Inzaghi en su día con la herencia de Conte), es aún más complicado que crearlo desde cero.
El heredero de Inzaghi debería aprovechar su trabajo
El líder que llega con sus ideas a una entidad nueva suele tender a querer dejar su sello personal, pese a que se sea consciente de que lo que hay ya funciona, en un ejercicio de propaganda en el que el ego cobra un papel principal. Aprovechar lo que ha sido exitoso, introduciendo matices particulares (como ha hecho Arne Slot en el Liverpool), es una virtud que muy pocos poseen y el Inter ahora se arriesga a que el que llegue carezca de ella.
Por poner en valor su trabajo, Inzaghi ha disputado dos finales de Champions League con una plantilla hecha prácticamente a coste cero. Además, ha ganado un Scudetto y seguramente mereciera haberse llevado también el que se apuntó el AC Milan de Pioli. Es imposible hacer más con tan poco, y el listón para el próximo ocupante del banquillo es prácticamente imposible de igualar.
Además, no solo ha sido el “qué” ha conseguido, sino también el cómo lo ha hecho, practicando un fútbol de posición riquísimo en salida de balón, llegando a ser la envidia de toda Europa, en palabras del mismísimo Pep Guardiola.
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