El brasileño era pieza importante en los primeros encuentros de la era Ronald Koeman. Pero ni siquiera estuvo en Sevilla para la final de la Copa del Rey.
Suma 3 goles y 2 asistencias en 14 partidos de esta temporada. La paradoja es que todos ellos de los primeros compases del curso, cuando Philippe Coutinho arrancaba la temporada a gran nivel, asentándose como jugador importante en ese esquema de 4-2-3-1 con el que Ronald Koeman comenzaba su andadura en el FC Barcelona.
El brasileño retornaba de su cesión en el Bayern Múnich con el Triplete bajo el brazo y parecía ser un fichaje aprovechable para una temporada que se antojaba muy dura. Pero las lesiones, la irrupción de Pedri y algún motivo más que desconocemos, han propiciado ahora que el fichaje más caro en la historia del club esté desaparecido.
Un motivo de preocupación
Llegado en enero de 2018, nunca llegó a ser el jugador determinante que venía para suplir a Neymar. Esa fue su gran losa y ahora es un firme candidato a un traspaso en el mercado estival, aunque eso supondrá que la entidad catalana pierda bastante dinero por no haber cubierto la amortización. En cambio podría ahorrarse así su ficha.
El problema es que, al llevar muchas semanas fuera de los terrenos de juego, su valor sigue cayendo en picado. Al equipo no parece haberle hecho falta para ganar la Copa del Rey y pelear por La Liga. Veremos si hay oportunidad de que pueda jugar antes de que se termine la temporada.
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