El equipo de Míchel Sánchez sería muy superior, especialmente durante los primeros 45 minutos. Finalmente, la diana convertida por Borja García sería suficiente para sellar el triunfo catalán por la mínima en Montilivi.
Confirmada la destitución de Gennaro Gattuso, el Valencia emprende una nueva travesía por el desierto en busca del horizonte perdido. Sin duda, la gestión de Peter Lim (su dueño) está condenando en demasía las aspiraciones competitivas del subcampeón de la Copa del Rey. Mientras tanto, el combinado che era consciente de la importancia de tomar las riendas en nuestra Liga para alejarse del descenso. En cuanto al Girona, deseaba beneficiarse de la inestabilidad de su adversario.
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Míchel Sánchez optaría de entrada por Paulo Gazzaniga, viejo conocido del Elche, para echar el cerrojo a sus dominios ante las acometidas de su oponente. Un cancerbero que, además, quedaría perfectamente resguardado en la zaga por Valery Fernández, Santi Bueno, Bernardo Espinosa y Miguel Gutiérrez. Por delante, Borja García, Oriol Romeu y Aleix García pondrían criterio en la creación del juego. En busca del gol, Iván Martín, Taty Castellanos y Toni Villa.
Pasando a la disposición táctica de Voro, el salvador por excelencia de los blanquinegros, contaría con uno de los porteros más destacados del torneo: Giorgi Mamardashvili. En cuanto a su entramado defensivo, apostaría directamente por Dimitri Foulquier, Eray Cömert, Cenk Özkacar y José Luis Gayà. Hugo Guillamón, Yunus Musah y André Almeida serían los elegidos en la parcela ancha, tres piezas que deseaban asociarse con Toni Lato, Edinson Cavani y Samuel Lino.
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El zarpazo de Borja García
La primera parte se desarrollaría con una tremenda superioridad del combinado catalán. En ese aspecto, la actuación de Mamardashvili sería extraordinaria con alguna que otra parada más que meritoria. Dicho lo cual, la entidad de la capital del Turia también daba cierta sensación de peligro cuando salía rápidamente al contragolpe. En una de esas galopadas, Gazzaniga estaría imperial para ganar la partida a Yunus en su mano a mano particular.
Miguel Gutiérrez seguía siendo un auténtico puñal por el flanco izquierdo, si bien es cierto que el Taty no estaba certero en los metros decisivos. Tras la reanudación, el VAR revisaría una posible mano de Gayà, aunque el colegiado no decretaría nada punible. También tendría que entrar en acción para corroborar la diana de Borja García, quien abriría la lata y desataría la euforia local en Montilivi (1 – 0). Por tanto, triunfo del Girona a costa de un Valencia que no remonta el vuelo.
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