Club vendedor y a buenos precios como pocos, el cuadro hispalense rechazaba la salida del defensa galo a última hora. La cesión de Luuk De Jong al FC Barcelona fue el último movimiento de un mercado atípico.
El Sevilla acaba de cerrar un mercado estival atípico, diferente al de temporadas anteriores. En las que Monchi era de los primeros en abrir fuego con grandes ventas y fichajes interesantes. La pandemia alteró sus planes y mantener una plantilla sobradamente competitiva, su prioridad. De manera que el balance final del periodo estival se salda con -10 M€ para los hispalenses, según Transfermarkt.
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La venta de Bryan Gil al Tottenham (25 M€) fue la gran salida, a las que se sumaron las de Guilherme Arana y Sergi Gómez. Por otro lado, dos fichajes gratuitos (Erik Lamela y Marko Dmitrovic) y cuatro más de 38,5 M€ en total: Rafa Mir, Thomas Delaney, Ludwig Augustinsson y Gonzalo Montiel. Jugadores con recorrido para brillar en el Sánchez Pizjuán.
Jules Koundé marcó la pauta
Pero no hubo más ventas millonarias y no por falta de interés. En la jornada final del mercado, en la que se cedía a Luuk De Jong al FC Barcelona (operación que hace no mucho tiempo parecería increíble), Jules Koundé seguía en el equipo. Era evidente su deseo de marcharse a un Chelsea que pagaba 50 M€ por él. El Sevilla siempre se remitió a la cláusula de rescisión.
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¿Es un cambio de estrategia? ¿El margen de los acuerdos con el fondo CVC hizo que el club se lo pensara mejor? ¿Esperan sacarlo por más dinero en 2022? Son preguntas que tendrán respuestas en los siguientes meses. Antes Julen Lopetegui deberá reconducir el evidente malestar de uno de sus pilares defensivos.
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