Saltan las alarmas en el FC Barcelona

Los ecos siguen. Después del empate en Brujas y la derrota en casa ante el PSG, el FC Barcelona caía con estrépito en el otro gran reto de la primera fase. La visita al Chelsea se saldaba con un 3-0 muy marcado por esa expulsión absurda de Ronald Araújo. Un sospechoso habitual ya en este tipo de partidos de alto nivel.

Más allá de los fallos en las primeras ocasiones del duelo o de ese error garrafal del uruguayo, la temporada está siendo de muchos altibajos para los de Hansi Flick. Que ayer mostraba una versión optimista tras la derrota: "Hemos tenido la oportunidad de meter el primero, después con uno menos ante este Chelsea no es fácil. Hemos luchado, he visto cosas positivas, pero hemos perdido demasiados balones fáciles bajo presión y en pases fáciles. Tenemos que analizar todo esto y también estoy pensando en positivo".

Eso después de algunos rumores que incluso, como se decía en El Chiringuito, llegaban a poner en duda su continuidad al final de curso. Nada es inminente y todo lo marcarán los resultados, pero la realidad palpable del club es clara y es que ha caído en varios partidos exigentes del curso.

Causas múltiples

A diferencia del pasado curso, donde el estilo novedoso del alemán y la exigente presión ejecutada por todo el equipo con esa defensa adelantada, los rivales han tomado nota. Enzo Fernández lo resumía tras el choque: "La línea defensiva la tienen muy alta para mi gusto, sabíamos que los espacios estaban ahí atrás de la espalda y pudimos encontrar muchas veces a nuestro delantero al espacio. Y nada, ese también era el plan que habíamos preparado con Maresca".

Eso se vio en duelos como ante el PSG, Sevilla o el del Santiago Bernabéu. A lo que hay que sumar las lesiones (la de Pedri es la más sensible), la falta de puntería en la portería rival o el bajón de forma de jugadores como Lamine Yamal, señalado de forma casi constante. Urge recuperar la versión más brillante del joven extremo, entre otras cosas.

La excelencia defensiva se ha perdido y muchas voces afirman que es necesario un cambio radical de sistema por parte del entrenador. O al menos algunos ajustes porque las alarmas se han disparado. Ahora mismo los culés parecen claramente un escalón por debajo del PSG, Bayern Múnich o los grandes de la Premier. Pero la temporada es larga…