Titular ante Osasuna, el andaluz Dani Ceballos no logró ofrecer su mejor nivel. El centrocampista, que acaba contrato en junio, dejó pasar una excelente oportunidad para reivindicarse e ir favoreciendo su permanencia en el Real Madrid.
"El partido no ha sido bueno. Poca intensidad con balón y sin balón. No era problema de los medios. No se presionaba mucho. Ha sido una segunda parte mejor después del gol. He hecho cambios para meter piernas frescas". Una vez más, Carlo Ancelotti tiró de diplomacia para justificar la salida de Dani Ceballos y Aurélien Tchouaméni, futbolistas que fueron sustituidos en el minuto 53 del choque ante Osasuna por su incapacidad para llevar con eficacia las riendas de la medular.
En el caso del galo, este primer borrón no resulta preocupante. Sin embargo, para el andaluz, el choque de anoche supone una clara oportunidad perdida. La lesión de Luka Modric le había abierto las puertas de la tan costosa y ansiada titularidad, pero lejos de aprovechar la ocasión, el futbolista se mostró bastante errático y disperso.
Futuro cada vez más incierto
Aunque todavía resta mucha temporada por delante, parece claro que una actuación convincente le habría ayudado, y mucho, a mejorar su estatus dentro de la plantilla y a postularse como un recambio realmente eficaz para el croata. Tras lo visto ayer, las dudas sobre su capacidad para asumir más protagonismo no han hecho más que crecer.
A la espera de ver cómo reacciona Carletto en próximos duelos, lo que sí puede intuirse es que Ceballos perdió una oportunidad única para reivindicarse y que dejó escapar uno de los primeros trenes que conducen hasta su renovación. Y es que, queda claro que la posibilidad de ampliar compromiso más allá de 2023 dependerá de su rendimiento a lo largo del curso.
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