Antes del decisivo duelo que el Atlético de Madrid tiene esta noche visitando al Feyenoord, en el Olímpico de Roma la Lazio se medía al Celtic de Glasgow en su mismo grupo. Partido al que estaban atentos los colchoneros en Rotterdam porque de su resultado dependían muchas cosas de las que podrían ocurrir en Países Bajos. Y en la capital de Italia los de Maurizio Sarri trataron de imponer su dominio desde el primer minuto, pero no acertaron sobre la meta escocesa pese a gozar de las mejores oportunidades. Especialmente una de Felipe Anderson.
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En la segunda mitad tampoco mejoraron los biancocelesti en exceso, para jugarse más a priori por su condición de locales. Entraba Ciro Immobile y también Pedro en busca ambos de ser revulsivos veteranos en favor de los italianos. Pero pasaban pocas cosas: mucha pelea en la medular y sin apenas oportunidades en las áreas. Hasta que aparecería el de siempre.
Ciro Immobile en el 82', tras un disparo de Isaksen que salía mordido, anotaba a placer para adelantar a los italianos. Pero es que dos minutos después el goleador italiano, esta vez en jugada personal, aparecía de nuevo para doblar la diferencia y acercar a los italianos un poco más a octavos de final, dejando a los escoceses en este caso sin opciones. Aunque tuvieron una pena máxima en el descuento, que el VAR acabaría desestimando al final.
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